Claro, como no voy a acordarme de esa época, y posteriores, si nosotros cocíamos en ese
horno cada quice ó veinte días, durante todo el año; además como lo tenía a escasos cuarenta metros de
casa, cada vez que cocía alguien
amigo de la
familia, pues ahí estábamos, absortos, contemplando las diferentes siluetas que producían aquellas llamas de múltples
colores, el "rechinar" de la leña, generalmente de xestas, por ser mas abundante, aunque la urz apuraba mas y dejaba mejor brasero al final.
Había
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