Soy cubana, y mis abuelos paternos nacidos en Asturias, pero mi padre, natural de La Habana, obtuvo la ciudadanía en el año 2000. Para ello es justo comentar que tuvo que sufrir innumerables maltratos, olvidos, demoras, imprecisiones y demás perlas de la burocracia española y del poco respeto con que se nos trata a los que vivimos en esta islita del Caribe, especialmente en lo tocante a temas migratorios. Sin embargo, como hija suya y nieta de mis abuelos, no tengo otro derecho que el de obtener ... (ver texto completo)