
Nuestra persencia en
Portomeiro se producía fundamentalmente en el
verano, en tiempo de vacaciones, y viviamos con nuestras tías maestras en la
Casa-
Escuela. En este tiempo solíamos hacer
excursiones por los alrededores, especialmente a un pequeño
monte con
pinar cercano, al monte "Castelo" y al monte "Pedras Longas". En ocasiones, (y entonces era ya
excursión de todo el día) llegabamos hasta las mismas orillas del Tambre, en el que había una central eléctríca.
Cuando ibamos al Tambre solíamos llevar cañas para
pescar, aunque no siempre la
pesca era fructifera. En la orilla opuesta podíamos ver la tupida maraña verde del "Bosque de Cernadas", tras la cual nuestra imaginación vislumbraba los jabalies, lobos, y aves de todo tipo que sabíamos lo habitaban.
Los veraneantes y escursionistas eramos mis cinco hermanos y yo, que muchas veces cruzamos aquellos
montes,
caminos y veredas disfrutando de la
naturaleza, sufriendo en ocasiones sus pequeños inconvenientes (pinchazos de tojos, incomodidad de guijarros, sol y calor, algún riachuelo o húmedo prado encharcado, que se interponía en nuestro
camino, así como alguna
vaca "turrona" -que enviste -, algún escorpión etc..) En no pocas ocasiones haciamos el camino canturreando diversas canciones en gallego o castellano.
Una verdadera aventura (era yo muy pequeño)fue la de ir a pie desde
Campo (en el
Ayuntamiento de
Trazo), donde estaba de maestra Dolores Isorna Couselo, (hermana de Amelia y Elvira, citadas anteriormente) hasta Portomeiro. Creo recordar que en parte del camino contamos con la ayuda de una mula o un
carro. Madrugamos mucho, de tal forma que la primera parte del camino la hicimos con la tenue luz del día naciente y no llegamos a Portomeiro hasta el
anochecer.