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PONTEDEUME: AQUELLA CURVA CAMBIO SU VIDA...

AQUELLA CURVA CAMBIO SU VIDA
Aquel joven turista que visitaba Galicia, quería hacer el viaje en su moto de gran cilindrada, por todas las curvas de las costas gallegas, Durante tres días logró hacer como se diaria casi milagros, más aquella tarde un poco lluviosa no esperaba que su moto le hiciera extraños, y sin darse apenas cuenta se salia de aquella carretera de costa, introduciéndose en un arboleda de eucaliptos, era un curva pronunciada, y su cuerpo golpeándose con diferentes troncos de aquellos árboles, el joven dentro de su desgracia, tuvo la suerte de que un automóvil que circulaba en dirección contraria, su conductor viera el accidente casi al lado, y pudiera pararse para comprobar sus efectos, el conductor comprobó como este joven de unos veinticinco años, apenas de movía, era como vulgarmente se dice un cadáver, no le tocó por miedo a que pudiera tener algo de vida, y su presencia solo le diera más problemas, el conductor del coche llamó a urgencias, que no tardaron demasiado, mientras tanto le tapo su cuerpo de la lluvia con un plástico grande, al llegar la ambulancia y pasar a ver como estaba el motorista, el medico de urgencia no quiso llevarle en hombros, agarro la camilla y fue sacado hasta dicho vehículo en vuelo, el joven estaba sin volver en sí, y paso varios días en EL Hospital de Coruña, donde en urgencias vieron su gravedad, tenia su columna vertebral rota, cantidad de golpes en todo su cuerpo, y un sin fin de problemas añadidos, La moto no resulto muy dañada, estuvo varios días tirada en la finca donde el joven motorista se estrelló, Cuando se despertó en la U, V, I, no sabía dónde estaba ni que fue lo que le había pasado, solamente viendo a sus padres que le miraban asustados, al ver que estaba vivo de milagro, aunque toda su vida estuviera atado a una silla de ruedas, La carretera nunca sabes lo que te esta esperando, y los mejores motoristas también se estrellan, una curva mal tomada con arenilla, grasa, o lluvia, puede mandarte al cementerio, como a este joven que tuvo esa mala suerte, más quedó vivo por el conductor del coche, que se molesto de llamar a urgencias, si no le hubiera visto nadie, hubiera muerto de frío con lluvia entre aquellos eucaliptos gigantes. G X Cantalapiedra.