CAMINOS Y VEREDAS DE GALICIA
Cuando pisas los caminos de esa Galicia preciosa, piensas en bellos destinos, aunque no divises rosas. Hay momentos que transcurren entre grandes soledades, y hasta la vista es fecunda al ver bellas realidades. Pisé la llamada costa de La Muerte, con sus montañas de verde, y me pareció que es suerte ver la tierra que no pierde. El corazón va temblando por esas curvas constantes, la noche te va llegando con momentos delirantes, Pisar algunos caminos es un sentimiento nuevo, no buscas bosques divinos, aunque el tiempo sea muy bueno. Hay noches llenas de sombras por caminos diferentes, luego las brisas te asombran cuando tienes buen ambiente. Es esa Galicia plena que te ofrece nuevo viento, son esas rías sin pena donde se sueña el contento. Pisar calles de Galicia con sus leyendas de siempre, y pensar el Rosalía que nos dejó su aliciente. Las olas marcan caminos en los muchos navegantes, que soñaron otros signos en muchos de sus instantes. Galicia de verdes prados, entre pazos bien trazados, hay caminos evocados que sueñas verlos cuidados. Cuando el viento va corriendo por esas largas veredas, no quisieras ver gimiendo a las horas que se enredan. Galicia de bellos montes entre sueños fabulosos, rías que tienen resortes de lograr suelos dichosos. Puentedeume va brillando sobre su Puente glorioso, que pudiera ser que andando te deje vivir airoso. Esta tierra que entre rías nos marca ciertas veredas, puede darte noches frías en algunas de sus sendas. Es la Galicia con alma, esa que siempre te enseña, la que puede darte calma y no quiere tener dueña. Hay momentos en la vida que quieres soñar sus huellas, y alguna senda perdida que te lleva a las estrellas. Con la mirada hacia el cielo en la noche relajada, quisieras ver el consuelo de esa tierra bien mojada.
G X Cantalapiedra. 16 – 3 – 2025.
Cuando pisas los caminos de esa Galicia preciosa, piensas en bellos destinos, aunque no divises rosas. Hay momentos que transcurren entre grandes soledades, y hasta la vista es fecunda al ver bellas realidades. Pisé la llamada costa de La Muerte, con sus montañas de verde, y me pareció que es suerte ver la tierra que no pierde. El corazón va temblando por esas curvas constantes, la noche te va llegando con momentos delirantes, Pisar algunos caminos es un sentimiento nuevo, no buscas bosques divinos, aunque el tiempo sea muy bueno. Hay noches llenas de sombras por caminos diferentes, luego las brisas te asombran cuando tienes buen ambiente. Es esa Galicia plena que te ofrece nuevo viento, son esas rías sin pena donde se sueña el contento. Pisar calles de Galicia con sus leyendas de siempre, y pensar el Rosalía que nos dejó su aliciente. Las olas marcan caminos en los muchos navegantes, que soñaron otros signos en muchos de sus instantes. Galicia de verdes prados, entre pazos bien trazados, hay caminos evocados que sueñas verlos cuidados. Cuando el viento va corriendo por esas largas veredas, no quisieras ver gimiendo a las horas que se enredan. Galicia de bellos montes entre sueños fabulosos, rías que tienen resortes de lograr suelos dichosos. Puentedeume va brillando sobre su Puente glorioso, que pudiera ser que andando te deje vivir airoso. Esta tierra que entre rías nos marca ciertas veredas, puede darte noches frías en algunas de sus sendas. Es la Galicia con alma, esa que siempre te enseña, la que puede darte calma y no quiere tener dueña. Hay momentos en la vida que quieres soñar sus huellas, y alguna senda perdida que te lleva a las estrellas. Con la mirada hacia el cielo en la noche relajada, quisieras ver el consuelo de esa tierra bien mojada.
G X Cantalapiedra. 16 – 3 – 2025.