PONTEDEUME: A LAS TRES DE LA MADRUGADA...

A LAS TRES DE LA MADRUGADA
Como alma que lleva el diablo
aquel hombre deliraba,
en su camino embriagado
solo en su vida soñaba.
El diablo le acompañaba
con sus mentiras y trampas,
su fe que nunca la usaba
tan solo le daba estampas.
A las tres de la mañana
con el corazón sufriendo,
le grito su vida vana
que se notaba muriendo.
El alcohol marcó su vida
sin darle jamás las gracias,
al ver su vida perdida
pensaba en las horas lacias.
No precisaba silencio
ni llamar a sus vecinos,
se pensaba que era necio
al buscar sus nuevos signos.
En su Galicia brindando
con amigos de su vida,
la noche fue acorralando
y vimos alguna herida.
A las tres de la mañana
no supo dar despedida,
buscando la vida sana
soñaba tierra elegida.
El corazón se cansaba
de sus grandes borracheras,
y su mente troquelada
le habló de grandes quimeras.
Sin saber si estaba vivo
quiso brindar por la muerte,
y aquel sufrido adjetivo
la comentó, hoy hay suerte.
G X Cantalapiedra.