PONTEDEUME: UN VIAJE SIN RETORNO...

UN VIAJE SIN RETORNO
Eran las diez de la noche
cuando arrancaron con prisa,
todos dentro de aquel coche
vieron correr cierta brisa.
Unas cenizas guardadas
en su casa madrileña,
fueron siempre custodiadas
sin montar ninguna greña.
Hasta Galicia se fueron
para cumplir las razones,
de aquel hombre que perdieron
sin encontrar soluciones.
Al viento le dieron alas
en las alturas de un puente,
y las cenizas volaban
con un amor muy decente.
Las promesas son cumplidas
aunque suenen indecentes,
muchas palabras perdidas
son las que aprecian sus gentes.
La familia despidiendo
aquel hombre cariñoso
que en su tierra fue sintiendo
vivir su tiempo gozoso.
Sin miedo a la carretera
ni temor a sus vecinos,
la muerte que siempre espera
no conoce los destinos.
Las cenizas que volaban
sobre aquel querido puente,
donde mucho disfrutaban
su familia allí presente.
No precisaba retorno
en aquel camino viejo,
su vivir quiso el contorno
de romper cierto complejo.
Con Galicia fue soñando
entre rutas marineras,
hubo quien llegó llorando
sin ser voces plañideras.
G X Cantalapiedra.