PONTEDEUME: AQUELLA NOCHE DE LLUVIA EN PUENTEDEUME...

AQUELLA NOCHE DE LLUVIA EN PUENTEDEUME
Eran las dos de la madrugada, y aquel matrimonio venido de Madrid, intentaba llegar a su casa de Puentedeume, más la lluvia con ráfagas de viento, dejaban la carretera imposible de circular con seguridad, era la antigua carretera del Ferrol a La Coruña, la lluvia seguía arreciando, y la esposa parece que convenció al marido, para que parase en una entrade de coches que parecía ser segura. El hombre paro su coche sin luces ni el motor en marcha tan siquiera, La lluvia seguía siendo fuerte, era como si echaran agua con una manga sobre el vehículo, apenas divisaban el contorno, durante un cuarto de hora aquella lluvia parecía un diluvio, y el marido empezó a preocuparse, tenía miedo de que la batería del coche se descargara, y ni siquiera puso intermitentes ni nada que consumiera la carga de dicha batería. En esto que un animal peludo se puso delante del vehículo, y el matrimonio a esas horas de la noche, con la carretera vacía y el agua haciendo grandes charcos, le dio demasiado miedo, intento poner el coche en marcha el marido, pero de nervios que le entraron, no era capaz de arrancar el vehículo, la esposa le gritaba arranca vámonos donde sea, y después que el animal aquel escurriendo agua por todo su pelo, les amenazara pegando fuerte en la carrocería y cristales, por fin el coche arranco y sin luces ni nada parecido, escucharon un fuerte golpe en el techo, que parecía una bomba, el miedo se apodero del matrimonio, y empezaron a bajar hacia Puentedeume, donde en la bajada existe un Cuartel de La Guardia Civil, más el hombre no quiso parar por si el animal aquel les había seguido, La lluvia era un poco menos fuerte, más no dejaba ver bien en la oscuridad si aquel animal o bicho raro, podía venir detrás del coche. Una vez en Puentedeume se dirigieron a su casa o piso, donde entraron deprisa y cerraron su puerta por si acaso aquel bicho raro, les hubiera seguido. el coche quedo mal aparcado, tapando la salida de un garaje de viviendas, Pero en aquellos momentos solo valía el salir ileso de aquella fatalidad de carretera. A la mañana siguiente el hombre encontró su coche con el techo abollado, y raspones en la pintura de la chapa del capo y puerta delantera donde iba la esposa. Al día siguiente el matrimonio lo comentaron entre los dos, pero jamás le dijeron a nadie lo que aquella noche les paso. G X Cantalapiedra,