RECORDANDO A ROSALIA DE CASTRO
Cada vez que recorro el Paseo de Rosalía de Castro de Puentedeume se me vienen a la memoria los versos, De Rosalía de Castro, que Amancio Prada hizo canciones, Se nota que esta mujer gallega de Santiago de Compostela los llevó en su vida metidos en su cerebro. Leer a Rosalía, es sentir el mar de cerca, sus costas, con ese mundo de marineros por el mundo, sus mensajes a los segadores que marchaban en verano a tierras de Castilla, para ganar algún dinero, son detalles de la manera que tenía esta mujer de contar y apreciar las cosas que la rodearon. Quizá su paso por Simancas, Valladolid, con su esposo dirigiendo el Archivo Nacional, la hicieron tomar conciencia de esas tierras castellanas, donde se riega la tierra con el sudor de sus trabajadores. Galicia la acompaño a Rosalía hasta su muerte, siendo en Padrón donde tiene su Pazo Museo. Que yo visite hace años dos veces. Más cuando recorro su Paseo, se me llenan los ojos de mar y rías, pensando en su forma de expresarlo, Rosalía de Castro es la poetisa gallega más reconocida, Sus saudades, su nostalgia, esa morriña que se llena de brumas, cuando las nieblas llenan el paisaje de blanco. Dice el refrán. Nadie es profeta en su tierra, Rosalía lo fue, lo es, y lo será, sus huellas las veo en ese Paseo, con su cara pintada en los muros de la autopista, y sus versos que se hicieron testigos que los gallegos quieren seguir conservando. G X Cantalapiedra.
Cada vez que recorro el Paseo de Rosalía de Castro de Puentedeume se me vienen a la memoria los versos, De Rosalía de Castro, que Amancio Prada hizo canciones, Se nota que esta mujer gallega de Santiago de Compostela los llevó en su vida metidos en su cerebro. Leer a Rosalía, es sentir el mar de cerca, sus costas, con ese mundo de marineros por el mundo, sus mensajes a los segadores que marchaban en verano a tierras de Castilla, para ganar algún dinero, son detalles de la manera que tenía esta mujer de contar y apreciar las cosas que la rodearon. Quizá su paso por Simancas, Valladolid, con su esposo dirigiendo el Archivo Nacional, la hicieron tomar conciencia de esas tierras castellanas, donde se riega la tierra con el sudor de sus trabajadores. Galicia la acompaño a Rosalía hasta su muerte, siendo en Padrón donde tiene su Pazo Museo. Que yo visite hace años dos veces. Más cuando recorro su Paseo, se me llenan los ojos de mar y rías, pensando en su forma de expresarlo, Rosalía de Castro es la poetisa gallega más reconocida, Sus saudades, su nostalgia, esa morriña que se llena de brumas, cuando las nieblas llenan el paisaje de blanco. Dice el refrán. Nadie es profeta en su tierra, Rosalía lo fue, lo es, y lo será, sus huellas las veo en ese Paseo, con su cara pintada en los muros de la autopista, y sus versos que se hicieron testigos que los gallegos quieren seguir conservando. G X Cantalapiedra.
