Y SE MARCHÓ DE GALICIA
El novio quedó sufriendo
cuando la novia marchaba,
los corazones sintiendo
un cariño que temblaba.
Ella se fue de Galicia
al llegar la madrugada,
en el novio una caricia
que a veces no dice nada.
Ella se fue de Galicia
buscando vida encantada,
el quedó con la delicia
de aquella etapa dorada.
La morriña de la tierra
es una ruta marcada,
cuando el amor no se entierra
resurge en la madrugada.
Ella se fue de Galicia,
su novio allí se quedaba,
recordando la primicia
de aquella mujer que amaba.
Ni flores ni Rosalía
le hicieron cambiar de cama,
amaneciendo algún día
escuchó la voz del alma.
Un eco llevaba dentro,
era la voz de su amada,
que tuvo ocupando el centro
de su perdida mirada.
Una noche con estrellas
de esas que son anheladas,
recordó las horas bellas
al ver sus tardes quemadas.
Con su maleta en la mano
se marchó de madrugada,
y como gallego humano
logró buscar a su amada.
G X Cantalapiedra.
El novio quedó sufriendo
cuando la novia marchaba,
los corazones sintiendo
un cariño que temblaba.
Ella se fue de Galicia
al llegar la madrugada,
en el novio una caricia
que a veces no dice nada.
Ella se fue de Galicia
buscando vida encantada,
el quedó con la delicia
de aquella etapa dorada.
La morriña de la tierra
es una ruta marcada,
cuando el amor no se entierra
resurge en la madrugada.
Ella se fue de Galicia,
su novio allí se quedaba,
recordando la primicia
de aquella mujer que amaba.
Ni flores ni Rosalía
le hicieron cambiar de cama,
amaneciendo algún día
escuchó la voz del alma.
Un eco llevaba dentro,
era la voz de su amada,
que tuvo ocupando el centro
de su perdida mirada.
Una noche con estrellas
de esas que son anheladas,
recordó las horas bellas
al ver sus tardes quemadas.
Con su maleta en la mano
se marchó de madrugada,
y como gallego humano
logró buscar a su amada.
G X Cantalapiedra.