LA DISTANCIA CON GALICIA
Cuando vives los recuerdos
entre brisas entrañables,
existen esos momentos
que son inimaginables.
La distancia con Galicia
nunca quiere separarte,
tan solo te da delicia
y luchas por no apartarte.
Sombras largas de eucaliptos,
veredas que son cuidadas,
misterios que sueltan gritos
en las noches angustiadas.
Cuando las brisas regresan
refrescando madrugadas,
sobre los campos sopesan
muchas horas endiabladas.
Galicia me da candores
sin apenas tener prisa,
mirando a sus pescadores
la vida te da sonrisa.
Apenas siento campanas
incluso con noches frías,
y respiro en las mañanas
olores de ciertas rías.
Sentir Galicia soñando
y verla siempre de día,
es vivir tiempo gozando
sin conocer la porfía.
Cuando la mente presiente
lo preciosa que es la vida,
en el corazón se siente
ver la tierra prometida.
Galicia con soledades
que viven melancolía,
sabiendo bien sus verdades
envueltas en armonía.
G X Cantalapiedra.
Cuando vives los recuerdos
entre brisas entrañables,
existen esos momentos
que son inimaginables.
La distancia con Galicia
nunca quiere separarte,
tan solo te da delicia
y luchas por no apartarte.
Sombras largas de eucaliptos,
veredas que son cuidadas,
misterios que sueltan gritos
en las noches angustiadas.
Cuando las brisas regresan
refrescando madrugadas,
sobre los campos sopesan
muchas horas endiabladas.
Galicia me da candores
sin apenas tener prisa,
mirando a sus pescadores
la vida te da sonrisa.
Apenas siento campanas
incluso con noches frías,
y respiro en las mañanas
olores de ciertas rías.
Sentir Galicia soñando
y verla siempre de día,
es vivir tiempo gozando
sin conocer la porfía.
Cuando la mente presiente
lo preciosa que es la vida,
en el corazón se siente
ver la tierra prometida.
Galicia con soledades
que viven melancolía,
sabiendo bien sus verdades
envueltas en armonía.
G X Cantalapiedra.