LA LLUVIA PLACENTERA SOBRE MIÑO
Esta mañana la lluvia placentera caía sobre los campos de Miño, los automóviles se veían mojados y las carreteras empezaban a rezumar ese brillo especial de la lluvia sin tormenta, es un tiempo normal en la Galicia entre Rías, por lo menos hace años así era, ahora con el Cambio Climático todo puede ser posible, Los adoquines sobre ciertas aceras que pedían la lluvia hoy se ven un poco más aliviados, el cielo lleno de nubes negras parece que quieren seguir en esta sintonía de lo que siempre fue Galicia, esta llovizna que te deja mojado y con frío, ya que la temperatura es de 19, grados, se pudiera llamar cala bobos, siendo un aspecto de estar melancólico y nostálgico, como suele ser ese ambiente tan normal en estas tierras entre Rías, ojala en Orense y provincia se de este tiempo de agua aunque sea con poca intensidad, podría así apagar el maldito fuego en sus montes. Sobre esta costa entre Rías la humedad es grande, y los calores no suelen ser demasiado fuertes, si no sería una comarca fácil de salir ardiendo, ya que se ven solares que fueron segados de sus hierbas y arbustos pequeños, que no fueron retirados, y son elementos que arderían en cuanto un loco se lo propusiera, Y los montes de alrededor son espacios imposibles de entrar en ellos, son tupidos y llenos de arbolados de todas las especies, se ve que no existen cocinas de leña como eran antiguamente, y esa madera carburante de emplear a diario no existe, por eso los peligros son cada día mayores si no se hace limpieza en primavera y principios de verano, para evitar esos fuegos tan horrorosos, que están invadiendo parte de España. Es una pena que las leyes no sean más claras, para que todos los gobernantes tomaran medidas en su tiempo, no a la hora de estar el incendio en marcha, ya en ese momento no sirve lamentar el abandono del campo, y dejar su monte en la más completa desidia, Galicia es un lugar maravilloso, por lo menos yo así lo veo y lo vivo, más los intereses de algunas personas van por otro lado, los milagros no existen más que en Lourdes, por eso los remedios debieran de venir antes que llegue el lobo feroz que se come a las ovejas y al pastor se hiciera falta. Espero y me alegraría que estas tierras de entre Rías y toda Galicia supieran el peligro que tienen encima, en sus montes. Que son una maravilla, pero cuídenlos por favor, no esperen que el desierto después de los fuegos les invada.
G X Cantalapiedra. 20 – 8 – 2025.
Esta mañana la lluvia placentera caía sobre los campos de Miño, los automóviles se veían mojados y las carreteras empezaban a rezumar ese brillo especial de la lluvia sin tormenta, es un tiempo normal en la Galicia entre Rías, por lo menos hace años así era, ahora con el Cambio Climático todo puede ser posible, Los adoquines sobre ciertas aceras que pedían la lluvia hoy se ven un poco más aliviados, el cielo lleno de nubes negras parece que quieren seguir en esta sintonía de lo que siempre fue Galicia, esta llovizna que te deja mojado y con frío, ya que la temperatura es de 19, grados, se pudiera llamar cala bobos, siendo un aspecto de estar melancólico y nostálgico, como suele ser ese ambiente tan normal en estas tierras entre Rías, ojala en Orense y provincia se de este tiempo de agua aunque sea con poca intensidad, podría así apagar el maldito fuego en sus montes. Sobre esta costa entre Rías la humedad es grande, y los calores no suelen ser demasiado fuertes, si no sería una comarca fácil de salir ardiendo, ya que se ven solares que fueron segados de sus hierbas y arbustos pequeños, que no fueron retirados, y son elementos que arderían en cuanto un loco se lo propusiera, Y los montes de alrededor son espacios imposibles de entrar en ellos, son tupidos y llenos de arbolados de todas las especies, se ve que no existen cocinas de leña como eran antiguamente, y esa madera carburante de emplear a diario no existe, por eso los peligros son cada día mayores si no se hace limpieza en primavera y principios de verano, para evitar esos fuegos tan horrorosos, que están invadiendo parte de España. Es una pena que las leyes no sean más claras, para que todos los gobernantes tomaran medidas en su tiempo, no a la hora de estar el incendio en marcha, ya en ese momento no sirve lamentar el abandono del campo, y dejar su monte en la más completa desidia, Galicia es un lugar maravilloso, por lo menos yo así lo veo y lo vivo, más los intereses de algunas personas van por otro lado, los milagros no existen más que en Lourdes, por eso los remedios debieran de venir antes que llegue el lobo feroz que se come a las ovejas y al pastor se hiciera falta. Espero y me alegraría que estas tierras de entre Rías y toda Galicia supieran el peligro que tienen encima, en sus montes. Que son una maravilla, pero cuídenlos por favor, no esperen que el desierto después de los fuegos les invada.
G X Cantalapiedra. 20 – 8 – 2025.