Me parece que fué ayer, cuando yo veía a tio Basilio" Calderilla" cuando bajaba la cuesta desde su casa haasta la Iglesia o a encontrarse con los Quintos, para comenzar la Fiesta. Siempre se estaba riendo, y que sonrisa más buena denostaba aquella cara, aquella cara tan buena, aún recuerdo con nostalgía, verle con esta Flauta que cuando no la tocaba, se la metía la cintura donde cuidadosamente guardaba. Esta Flauta era una herramienta de trabajo, con la que ganar honradamente las perras, para darles ... (ver texto completo)