Lo de los socioslistos que alguien comentaba antes es la repugnante y cruda realidad de los pueblos. A estas gentes solamente les importa el dinero, y si para conseguirlo han de arrimarse a la causa socialista lo hacen sin ningún escrúpulo y sin el menor remordimiento, lo cual es una desgracia para la nación. Esto ya ocurrió en el pasado con otros movimientos políticos, hubo gentes que abandonaron ciertas ideologías para afiliarse a nuevos regímenes de gobierno buscando el oportunismo, sin importarles que sus ideales originales fuesen manipulados (como ocurrió con unos) o que su causa cayera en la clandestinidad y la persecución (como sucedió a otros). Y estoy seguro de que mucha gente arrimada al socialismo no tiene ni idea de lo que es el socialismo, el verdadero. En los tiempos de hoy, de la democracia, hay personas que votan al partido fulanito o menganito, pero ello es debido a que los voceros de dichos partidos dicen cosas que parecen beneficiar a su causa personal. Por ello, las personas que tienen poco dinero o patrimonio votan a partidos de izquierda y los que tienen mucho votan a la derecha neoliberal, pero ocurre que algunas personas cambian de partido si de repente la vida les pone en circunstancias contrarias a las que tenían inicialmente, de tal forma que el que era defensor de los sistemas de reparto de la riqueza (léase izquierdas) ahora se vuelve completamente egoísta y voraz depredador capitalista, y viceversa, el que no quería repartir nada de su gran patrimonio, ahora se vuelve reivindicador del reparto socialista. Estos individuos (que no personas) no merecen nada, porque faltan al respeto a las personas trabajadoras, honradas y colaboradoras, que son los verdaderos cimientos de la nación.
Yo no soy socialista, aún menos soy de las derechas en cualquiera de sus versiones (ultra-católica, neoliberal, fascista) o combinación de ellas, pero lo que si me considero es honrado, humilde y defensor de la integridad de mi país, y el que no sepa que significan estas palabras, que coja un libro y lo aprenda, que es algo que se lleva poco en estos tiempos de ostentación, soberbia, egoísmo y mala educación.
[VJA].
Yo no soy socialista, aún menos soy de las derechas en cualquiera de sus versiones (ultra-católica, neoliberal, fascista) o combinación de ellas, pero lo que si me considero es honrado, humilde y defensor de la integridad de mi país, y el que no sepa que significan estas palabras, que coja un libro y lo aprenda, que es algo que se lleva poco en estos tiempos de ostentación, soberbia, egoísmo y mala educación.
[VJA].