2º ROMANCE DEL CRIMEN DE MALLADAS.

En la provincia de Cáceres
y de Coria el partido
se halla el pueblo de Moraleja
de todos muy conocidos.

En término de este pueblo
legua y media de distancia
existe una extensa dehesa
conocida por Malladas.

En la expresada dehesa
tiene siempre su morada
Saturnino Valle Iglesias,
puesto para administrarla.

También en los alrededores
de esta referida y gran casa.
Se hallan otras quince o veinte,
que a la dependencia amparan.

Vivían en la villa de Moraleja
Cinco hombres de mala raza
que más tarde debían ser autores
de aquella terrible infamia.

Estaban puesto de acuerdo
que a la primera ocasión
habían entrar a robarle
pues tal era su ambición.

**El día catorce de julio de mil novecientos quince
vieron al señor Saturnino con su familia venirse
al pueblo de Moraleja pues celebran la función
allí a San Buenaventura por ser del pueblo el patrón.**

Y al otro día siguiente. Ósea,
el quince de julio del mes
salieron muy animados
del pueblo al amanecer,

Queda el Coleta de espía
colocado a una distancia
como de quinientos metros
para vigilar la entrada.

Avanzan los otros cuatro
hasta llegar a la casa
dos suben a registrar
y los otros a las hachas.

Observando lo que había,
han entrado por la cuadra,
Al primero que se encuentran
porque en ella se encontraba,
Se llama Manuel Martínez,
que es criado de la casa.

a los gritos que exhalaba
viene Luciana Lorenzo
que cerca se encontraba.
Al verla Lucindo entrar
le dio al punto con el hacha.

Sin sentido cayó al suelo
no pudiendo hablar palabra
Al ruido que se ha formado
Acude Petra Bibiana.

Y al ver los asesinos
dice muy sobresaltada:
Hombres de malas entrañas
como venís a matarnos
aquí a nuestras propias casas.

Sin contestarla siquiera.
Jorge le da con el hacha.
Como quien mata una res
para llevarla a la plaza´

Un niño de cuatro años
que es hijo de Luciana
como llovido del cielo
se ha presentado en la cuadra.

Al ver el niño a su madre.
Grita con voz angustiada:
"Habéis matado a mi madre,
ahora llamo a mi hermana".

Al oír los criminales
que estaba cerca su hermana
como furiosos leones

la buscan para matarla.
Entraron aquellas hienas
en casa de la Luciana
donde estaba la hija de esta
y otra hija de Bibiana.

Con el alma empedernida
cortan la vida sin manchas.
de aquellas flores tempranas.
Esta tan lúgubre escena
el niño presenciaba
y corría para volver
a donde su madre estaba.

Pero no lo pudo hacer
pues lo cogen los malvados,
y para que no declarase
procuran también matarlo.

Sin sentido lo quedaron
tres hachazos le dieron
y lo cogen por los pies
tirándolo contra el suelo

Se retiran de aquel sitio
y van a reunirse luego
con los otros dos que están
buscando arriba el dinero

Pero después de buscar
con mucho detenimiento
no hallan más que unas pesetas
no creo que llegan a un ciento

Salen de casa al punto,
y Jorge se ha adelantado
y vio que estaba el Coleta
hablando con el Lagarto

Siempre pensando en el crimen,
intenta Jorge matarlo,
pero gracias al Coleta
este la vida ha salvado.

Antes Josefa Villoria
también pasó por allí.
Coleta la hizo marcharse
por que algo no fuera a oír.

A los cinco criminales
les acomete ya el miedo.
piensan marcharse a castilla
Para no ser descubiertos.

Van por ocultos caminos
Hasta el pueblo de Perales
Y a la salida del pueblo
Los vio Isidra González.

Volvamos a la dehesa
Para el suceso aclarar
Que en una fúnebre
sombra todavía envuelto está.

Poco después han llegado
Al caserío a amasar
Una mujer con su hijo
Que tenía mozo ya.

Cuando se acercaron los dos
Se quedaron aterrados
Al ver tanta desgracia
Sin que puedan remediarlo.

Se marchan los dos al pueblo
Dan cuenta de lo que han visto
Y al saberlo el señor juez
Se prepara muy activo.

Poniéndose pronto en marcha
Para aclarar el delito
D. Saturnino a su vez
Muy confuso y abatido.
Forma parte de aquel grupo

Cuando llegan a la dehesa
Se les nubla el corazón
Por presentarse a su vista
Un cuadro desolador

Y alzando la vista al cielo
Todos claman a una voz:
La divina providencia
aclare esta confusión,
y aparezcan los culpables
de este crimen tan atroz.

Manuel Martínez aún vive
y presta declaración.
diciendo:<<Jorge y Lucindo
los que me han herido son>>

Petra Bibiana es cadáver,
Luciana está mal herida
Porque de un terrible hachazo
tiene la lengua partida.

Aunque no puede expresarse
Por señas ha declarado.
Al niño de Luciana
lo encontraron sentado

En la puerta de la calle,
Y también mal herido.
Al ver el niño a su padre
Esta relación le hizo:

<<Mire usted, padre, primero
Mató a mi madre Lucindo,
Luego fuera mató a mi hermana,
Y después me mató a mi,
Y me cogió por los pies,
Y me echó lejos de allí>>

Entran en casa y presencian
un cuadro conmovedor,
Pues que las dos jovencitas
También cadáver son.

Allí redoblan su pena
Y claman enfurecido
Que se busquen los culpables
Y hagan con ellos lo mismo.

La autoridad enseguida
A Salamanca ha oficiado
Para que sean detenidos
Los cinco antes mencionados
------------------------------ -----4º La coartada- El Encubridor y cómplice.
Llega el parte a Morasverdes
Donde estaban los sujetos
Con un tal "Eugenio Pérez",
Que era "el alcalde del pueblo"
.
"Hombre de poca conciencia"
Que no los ha detenido
Y además "les proporciona
certificado escrito".

De que había estado allí
Desde el trece al veinticinco.
Con esto ya se creían
Aquellos fieros bandidos.

De que se habían de quedar
Sin expiar su delito.
Y ellos mismos se presentan
A la justicia tranquilos,
Y al verlos el señor juez
Al punto los ha prendido

Los llevan a la dehesa
Y allí en los mismos sitios
Donde hicieron sus hazañas
Los ponen con los testigos.

El tal Isidoro Hernández
Declara que los ha visto.
También Isidra González
Afirma que son los mismos.
Y la Josefa Villoria, que
fue el coleta al que ha visto.

Son conducidos a Coria,
Y siguiendo se el proceso
Cada vez que han declarado
Han negado por completo.

Pasan a la justicia de Cáceres
Los días del juicio oral,
Que al cabo de tres años
Se ha podido celebrar.

El veinticuatro de junio
Fue la primera sesión
Para aclarar los sucesos
De este crimen tan atroz.

Hasta el día veintinueve
Han durado las sesiones,
Y han sido en cinco días
Todas las declaraciones.

Declaró Isidra González
Reconociendo a dos de ellos
Que uno Gregorio Martín
Y el otro Gregorio Moreno.

También Josefa Villoria
reconoce al tal "Coleta",
Y afirma que ha sido el mismo
Que estuvo hablando con ella

El tal Isidoro Hernández,
Osea el que llaman "el lagarto",
A un pozo quiso arrojarse
Porque no había declarado
pues tenía miedo de Jorge
Solamente con mirarlo.

Más de cien testigos
vienen del pueblo de Morasverdes,
Todos a jurar en falso,
Por servir a Eugenio Pérez.

Diez minutos sólo estuvo
Deliberando el juzgado,
Y leyendo veredicto
A todos cinco acusaron.

Cuando el tribunal ha visto
tan clara todas las pruebas
Pide para cada uno
Pena a cadena perpetua.

El pueblo de Moraleja
ha quedado satisfecho
Porque corrían rumores
Que iban a salir absueltos.

Y dando fin ha esta historia
Le pido a todo lector
Que perdonen las faltas
Que haya tenido el autor.
Fin.

Emiliano Martín Susaño.
"El Ciego de Perales".

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(Abril de 2012)