Esta tarde, estimados paisanos de
Moraleja, me dirijo a vosotros con el alma compungida para daros mis más sinceras y fraternas condolencias a todos los habitantes de ese bello
pueblo extremeño por ese doloroso, terrible y luctuoso suceso de la explosión de la almazara... Mis pensamientos y sentimientos os acompañan en estos días de dolor y de impoteancia ante estos trágicos sucesos que nos depara el veleidoso destino... Un fuerte abrazo fraterno de un extremeño de la ausencia.
Wenceslao Mohedas
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