Desde hace un tiempo - nosotros lo remarcaríamos desde el 2003, va camino de 16 años – que este pueblo quiere dar un empujón colectivo a la “Festividad de Las Candelas”; obra en nuestra contra la pérdida de población joven y nuestros mayores en ambas residencias. Y así nos pasa lo que nos pasa… Empezamos la típica y tradicional canción con un tono muy alto y enseguida nos “desinflamos”. La introducción la hacemos muy bien: “ El día de las Candelas, el segundo de febrero / salió a misa Nuestra Madre María Madre, Madre del Verbo” (aquí pasamos miedo como si D. Pedro o Doña Manolita nos preguntara la2ª persona del plural del pretérito pluscuamperfecto del verbo aprender…). La segunda estrofa se va debilitando un poquito con gente que “entra” tarde a la canción, que en vez de incorporarse donde van las primeras, comienzan: “”No camina la Señora porque le obligue el precepto/únicamente, lo hace para.. ¡Ya se nos olvidó… por hablar! Pero sabemos que el sacerdote que cogió al Niño se llamaba Simeón, y tiene que salir en la canción. El nuestro será D. Martin como hace ¿cuántos años…? Y que sea para mucho tiempo; aunque a decir verdad: nos resistimos – aunque eso de compartir esté de moda – a no tener párroco propio. Llegamos un poco tarde; porque de aquí para adelante 3, 4, 5 pueblos formarán una unidad… ¡No me sale! Y actuarán a “demanda”. SALUDOS.