“AYER POR TODO EL DÍA… OCURRIÓ” 62. IV Parte.
Ya que hablamos ayer… o anteayer del “Cancho El Gallo” muy conocido y mentado por los años 40 del siglo pasado, ¡jamás se nos olvidará aquel relato!, que nos hizo en los albores de los años 90… del siglo pasado en una tarde parda agosteña al borde de la carretera en el “Bar Parada”, el tío Baliso; aunque en realidad se llamaba Basiliso. Y es que antes ser contaba las cosas de otra manera, poniendo el tono de voz adecuado: “Tra, tras, tra…cogimos la verea adelante…” y llegamos a la puerta: “Pom, po, pom… y nos abrió la puerta…”, y del “Cancho El Gallo”… por la noche salía unas llama, que se veían desde “Zamores”, son unos ejemplos. Todo esto expresando con las manos y gesticulando con los labios abocinados… la ¡grandiosidad de las llamas! O “resfilando” o de “respalijón” con ambas palmas de las manos, el cómo se iba la vereda adelante sin mirar para atrás y sin parar. O como tocaba la puerta, gesticulando con los puños cerrados… toma cuerpo. Da o daba gusto oír estos relatos; peo ahora con las prisas… “camino a ninguna parte”. Ahora hasta las risas no tienen ruido, es traducida por un sinfín de jotas: jjjjjj. Más triste es lo nuestro, que embotellamos las risas (Risas) en un paréntesis. Pero ahora el relato es “a la carta” como la mayoría de las cosas; depende de ti como lo quieras o te interese (ya estamos con el interés) interpretarlo. Jamás oirá decir en el móvil: “que quiere o querrá este tonto o tonta; porque la educación ante todo. Alguna ventaja había que tener. SALUDOS.
Ya que hablamos ayer… o anteayer del “Cancho El Gallo” muy conocido y mentado por los años 40 del siglo pasado, ¡jamás se nos olvidará aquel relato!, que nos hizo en los albores de los años 90… del siglo pasado en una tarde parda agosteña al borde de la carretera en el “Bar Parada”, el tío Baliso; aunque en realidad se llamaba Basiliso. Y es que antes ser contaba las cosas de otra manera, poniendo el tono de voz adecuado: “Tra, tras, tra…cogimos la verea adelante…” y llegamos a la puerta: “Pom, po, pom… y nos abrió la puerta…”, y del “Cancho El Gallo”… por la noche salía unas llama, que se veían desde “Zamores”, son unos ejemplos. Todo esto expresando con las manos y gesticulando con los labios abocinados… la ¡grandiosidad de las llamas! O “resfilando” o de “respalijón” con ambas palmas de las manos, el cómo se iba la vereda adelante sin mirar para atrás y sin parar. O como tocaba la puerta, gesticulando con los puños cerrados… toma cuerpo. Da o daba gusto oír estos relatos; peo ahora con las prisas… “camino a ninguna parte”. Ahora hasta las risas no tienen ruido, es traducida por un sinfín de jotas: jjjjjj. Más triste es lo nuestro, que embotellamos las risas (Risas) en un paréntesis. Pero ahora el relato es “a la carta” como la mayoría de las cosas; depende de ti como lo quieras o te interese (ya estamos con el interés) interpretarlo. Jamás oirá decir en el móvil: “que quiere o querrá este tonto o tonta; porque la educación ante todo. Alguna ventaja había que tener. SALUDOS.
¡Vaya fallo...! No hemos dicho que los que hacían fuego eran "los maquis". Ni hemos hablado del "Pajarito" que su madre vivía en la calle Queipo de Llano, ahora del "Conde", y fue descubierto por una camisa que su madre tenía tendida en la zotea. Cosas del ayer. SALUDOS.
