Cielo despejado pero un poco "enmaraño", estamos a 4 grados y el PEM no tiene rayinas, decir que a lo mejor no llueve (es que esto no es tan fiable, pude fallar). De todas formas, no os preocupeis, que yo os lo digo, ja, ja). Buen día
Por fin sé lo que es tu PEM, por fin pude reconciliar el sueño y por fin pude dormir a gusto; aunque no digo que lo hiciera a pierna suelta, pues no está el tiempo para ello.
Asun, tu PEM me trae el recuerdo de aquellos gallos portugueses que nos pronosticaban el tiempo y que teníamos encima de la cómoda de nuestras casas, o en las repisas de aquellas antiguas “cantaeras”, a modo de hornacinas, donde se ponían los cántaros y tinajones. Estos gallos meteorológicos pasaron a formar parte de la historia de nuestros humildes hogares, al igual que el toro encima del televisor o de la radio, o la muñeca vestida con traje de gitana de lunares,.... Se trataba de un gallo muy peculiar que cambiaba de color; si hacía sol, se ponía de color azul; si estaba nublado se ponía gris y si llovía, se ponía rosa. Tu pequeña estación meteorológica será más moderna y sofisticada, pues todos somos conscientes que la tecnología ha cambiado, y no dudo que pronostique el tiempo con acierto, a la vista de los certeros informes meteorológicos que nos dispensas cada día, pero hay que reconocer que aquel gallo tenía su “aquél”.
ASUN, es verdad que lo de Puente Viejo es un sin vivir. El malísimo del Fernando no quiere a la muchachita; y tanto él como la madrina, que también es mala, mala, y requetemala, tienen a la pobre chiquilla engañá; así que hasta que se desengañe nos tocará sufrir mucho.
Si yo fuera ella, cuando llegase ese momento, se lo haría pagar bien caro a los dos; pero la chiquilla es muy buena gente, y a pesar de que se le ve lista, la bondad la hace muy ingenua e inocente. ……Bueno Asun, ya le diré a Hili que me lo siga contando para estar al día… ¡O tal vez sea yo quién se lo cuente a ella! ¡Algún día os enteraréis, quién es a quién! porque ahora me da como una poquinina vergüenza confesarlo; pero eso también forma parte de “El secreto de Puente Viejo”, je, je. En cualquier caso, una tarde iré a tomarme el cafelito con bizcocho que me has ofrecido y así me adelantas algún capitulino, pues al igual que tienes el PEM para predecir el tiempo, también me he enterado que tienes algún contacto con los de la tele, que te anticipan lo que va a suceder en Puente Viejo, je, je.
Chacho, Asun, perdóname, pero yo también soy muy largo de conversación y no me conozco; con lo “cansaíta” que has de estar después de la caminata y “mojaura” de ayer tarde, ¡ten cuidado no te acatarres!
Por aquí llueve un día, otro no; unas veces hace frío, otras no, ¡vaya un tiempo más estrambótico!, así que los cuerpos los tenemos aparranaos y sólo quieren sillón y brasero. ¡uy!, lo tarde que es y aún no he metido los platos en el lavavajillas, así que no creo que se hayan lavado.
Besos y abrazos, tanto para ti como para Quique y para Pablo. También os lo mando de parte de Hili, que todo el rato me ha estado preguntando que de qué me río. Le he dicho que estoy liao contigo; en conversación cibernética, se sobreentiende, je, je. Creo que se lo ha tomado a bien, porque también se ha empezado a reír ella; ¡y es que la mi Hili es muy condescendiente!
Te dejo que está a punto de empezar Puente Viejo y tengo el tiempo justo de prepararme un café.
Asun, tu PEM me trae el recuerdo de aquellos gallos portugueses que nos pronosticaban el tiempo y que teníamos encima de la cómoda de nuestras casas, o en las repisas de aquellas antiguas “cantaeras”, a modo de hornacinas, donde se ponían los cántaros y tinajones. Estos gallos meteorológicos pasaron a formar parte de la historia de nuestros humildes hogares, al igual que el toro encima del televisor o de la radio, o la muñeca vestida con traje de gitana de lunares,.... Se trataba de un gallo muy peculiar que cambiaba de color; si hacía sol, se ponía de color azul; si estaba nublado se ponía gris y si llovía, se ponía rosa. Tu pequeña estación meteorológica será más moderna y sofisticada, pues todos somos conscientes que la tecnología ha cambiado, y no dudo que pronostique el tiempo con acierto, a la vista de los certeros informes meteorológicos que nos dispensas cada día, pero hay que reconocer que aquel gallo tenía su “aquél”.
ASUN, es verdad que lo de Puente Viejo es un sin vivir. El malísimo del Fernando no quiere a la muchachita; y tanto él como la madrina, que también es mala, mala, y requetemala, tienen a la pobre chiquilla engañá; así que hasta que se desengañe nos tocará sufrir mucho.
Si yo fuera ella, cuando llegase ese momento, se lo haría pagar bien caro a los dos; pero la chiquilla es muy buena gente, y a pesar de que se le ve lista, la bondad la hace muy ingenua e inocente. ……Bueno Asun, ya le diré a Hili que me lo siga contando para estar al día… ¡O tal vez sea yo quién se lo cuente a ella! ¡Algún día os enteraréis, quién es a quién! porque ahora me da como una poquinina vergüenza confesarlo; pero eso también forma parte de “El secreto de Puente Viejo”, je, je. En cualquier caso, una tarde iré a tomarme el cafelito con bizcocho que me has ofrecido y así me adelantas algún capitulino, pues al igual que tienes el PEM para predecir el tiempo, también me he enterado que tienes algún contacto con los de la tele, que te anticipan lo que va a suceder en Puente Viejo, je, je.
Chacho, Asun, perdóname, pero yo también soy muy largo de conversación y no me conozco; con lo “cansaíta” que has de estar después de la caminata y “mojaura” de ayer tarde, ¡ten cuidado no te acatarres!
Por aquí llueve un día, otro no; unas veces hace frío, otras no, ¡vaya un tiempo más estrambótico!, así que los cuerpos los tenemos aparranaos y sólo quieren sillón y brasero. ¡uy!, lo tarde que es y aún no he metido los platos en el lavavajillas, así que no creo que se hayan lavado.
Besos y abrazos, tanto para ti como para Quique y para Pablo. También os lo mando de parte de Hili, que todo el rato me ha estado preguntando que de qué me río. Le he dicho que estoy liao contigo; en conversación cibernética, se sobreentiende, je, je. Creo que se lo ha tomado a bien, porque también se ha empezado a reír ella; ¡y es que la mi Hili es muy condescendiente!
Te dejo que está a punto de empezar Puente Viejo y tengo el tiempo justo de prepararme un café.