CRONICA SOCIAL -. EL HUERTO LA ERA. I PARTE
En aquellos tiempos para los muchachos del pueblo “ el huerto la era”, lo convertimos en un campo de juegos, construíamos fortalezas con muros de paja, tras de ellos nos escondíamos de los enemigos para no ser alcanzados con bostas de vacas, caballos, burros, etc., el objetivo no fue otro que el reírnos de los alcazados. Hay estrenamos el juego de los arcos hechos con varas de olivos y flechas de lo mismo, salvo excepciones las flechas eran de varillas de los paraguas negros, una de ellas después de ver una película de Robin de los Bosques, me atravesó la bota katiuska de color negro y su interior de borreguillo blanco sin llegar a tocar en hueso, es que antes cuando terminaba la” penicula”en blanco y negro, nos transformábamos en héroes de carne y hueso, ¡que diferencia con antes ¡, ¡los de ahora juegan con baterías y los héroes son virtuales o de 3D ¡, nosotros fuimos hijos de la calle, del campo, de las noches de verano sentaos en la puerta de la calle escuchando a los mayores sus cosas, el vivir del dia a dia, mezclado con historietas, cuentos, algún hecho ridiculizao, alguna torpeza inducida por el desconocimiento, el divertimento del burlón que tenia dos virtudes en una con el te reías, que lo mismo te cabreabas. Seguimos con el arco y las flechas, indespues me toco a mi tirar a la manzana que otro se coloco en la cabeza con una flecha de olivo, gracias a Dios, ya que fue a impactar en el ojo izquierdo con lesiones de morao exterior alrededor de este, eso solo nos dice el mal arquero que eramos, ya que la flecha golpeo atravesa, con la mala suerte que Juanillo era el hijo de un guardia civil, por lo que mi destierro se precipito a los bajos de la cama, y desde entonces se convirtió en el escondite de la búsqueda por los Guardias, nos valíamos de la complicidad de familiares y vecinos que contestaban no se preocupen ustedes que si el muchacho aparece por aquí le avisamos pa que se lo lleven, escuchar aquello, las lágrimas de perra gorda, se apelotonaban en las pestañas ¡es que uno tiene su sensibilidad ¡, uno no era tan malo, y todo lo que cogíamos en las huertas se comía, que difícil me lo ponían en un diámetro de unos ciento cincuenta metros de diámetro tenia de vecinos a un Municipal, dos Guardas, y un cabo de la Guardia Civil, al Lute le daban mas facilidades y sus infracciones no son comparables ¡LECHE ¡, estas son las que me daban mis compañeros de juegos cada vez que salía de la Iglesia reciclao y confesao, así que a repetir confesión hasta que se les pasaba la mala leche, y todo por envidia, ellos eran conscientes que me encontraba mas cerca del cielo, pues nada a esperar que se cansaban de hacer de diablos,, el cura del momento nos decía que no respondiéramos a las provocaciones, pero que va, la calle a uno no le había enseñao poner la otra cara, al final comulgáriamos con algún pecadillo chiquinino, que al pasar lista se lo saltaban………es lo que hay…………….. tasio……………….
En aquellos tiempos para los muchachos del pueblo “ el huerto la era”, lo convertimos en un campo de juegos, construíamos fortalezas con muros de paja, tras de ellos nos escondíamos de los enemigos para no ser alcanzados con bostas de vacas, caballos, burros, etc., el objetivo no fue otro que el reírnos de los alcazados. Hay estrenamos el juego de los arcos hechos con varas de olivos y flechas de lo mismo, salvo excepciones las flechas eran de varillas de los paraguas negros, una de ellas después de ver una película de Robin de los Bosques, me atravesó la bota katiuska de color negro y su interior de borreguillo blanco sin llegar a tocar en hueso, es que antes cuando terminaba la” penicula”en blanco y negro, nos transformábamos en héroes de carne y hueso, ¡que diferencia con antes ¡, ¡los de ahora juegan con baterías y los héroes son virtuales o de 3D ¡, nosotros fuimos hijos de la calle, del campo, de las noches de verano sentaos en la puerta de la calle escuchando a los mayores sus cosas, el vivir del dia a dia, mezclado con historietas, cuentos, algún hecho ridiculizao, alguna torpeza inducida por el desconocimiento, el divertimento del burlón que tenia dos virtudes en una con el te reías, que lo mismo te cabreabas. Seguimos con el arco y las flechas, indespues me toco a mi tirar a la manzana que otro se coloco en la cabeza con una flecha de olivo, gracias a Dios, ya que fue a impactar en el ojo izquierdo con lesiones de morao exterior alrededor de este, eso solo nos dice el mal arquero que eramos, ya que la flecha golpeo atravesa, con la mala suerte que Juanillo era el hijo de un guardia civil, por lo que mi destierro se precipito a los bajos de la cama, y desde entonces se convirtió en el escondite de la búsqueda por los Guardias, nos valíamos de la complicidad de familiares y vecinos que contestaban no se preocupen ustedes que si el muchacho aparece por aquí le avisamos pa que se lo lleven, escuchar aquello, las lágrimas de perra gorda, se apelotonaban en las pestañas ¡es que uno tiene su sensibilidad ¡, uno no era tan malo, y todo lo que cogíamos en las huertas se comía, que difícil me lo ponían en un diámetro de unos ciento cincuenta metros de diámetro tenia de vecinos a un Municipal, dos Guardas, y un cabo de la Guardia Civil, al Lute le daban mas facilidades y sus infracciones no son comparables ¡LECHE ¡, estas son las que me daban mis compañeros de juegos cada vez que salía de la Iglesia reciclao y confesao, así que a repetir confesión hasta que se les pasaba la mala leche, y todo por envidia, ellos eran conscientes que me encontraba mas cerca del cielo, pues nada a esperar que se cansaban de hacer de diablos,, el cura del momento nos decía que no respondiéramos a las provocaciones, pero que va, la calle a uno no le había enseñao poner la otra cara, al final comulgáriamos con algún pecadillo chiquinino, que al pasar lista se lo saltaban………es lo que hay…………….. tasio……………….
