Este eSpolón de Valencia de Alcántara, que penetra, un poco airadamente, en Portugal, ha tenido mejor suerte que la sede historica de la Orden. Mientras Alcantara se hundía, Valencia de Alcántara iba levantando cabeza. Hoy basta entrar por cualquiera de sus caminos-sobre todo los de la raya-para comprender que aquí hay un punto de enlace y comunicación entre las dos Extremaduras: la portuguesa y la española. Cerca de Alcántara-a pesar del puente romano-, el Tajo tan adusto, con sus màrgenes aridas y pizarrosas, en vez de unirlas, camino llano, y, ademas, florido y alegre.
Si llegamos en dia de mercado, veremos aparecer en racimos las figuras inconfundibles de los feriantes portugueses, con sus capotones de doble y triple esclavina, con sus zapatos ferrados, su sombrero de alas anchas y su gran paraguas. El campesino portugués va bien armado contra la dureza del clima y sobre todo contra la lluvia, mientras que el extremeño de Cáceres, Trujillo, Valencia de Alcantara o Alburquerque, resiste a cuerpo limpio, seguro de que el frio y el agua pasan enseguida y no hay para que darles importacia.
Vienen tambien muchas mujeres del otro lado de la frontera, hasta de Portalegre, y Castelo de Vide, pero especialmente de la sierra de San Mamed; cuando vienen en parejas al llegar guia el hombre; pero al volver, como las transacciones son laboriosas y se habla mucho y es preciso remojar la garganta, es siempre ella la que lleva la rienda. Traen tambien sus sombreros y sus abrigos, y un simpatico aspecto varonil. Los pañozuelos recios y obscuros, contrastan en el mercado de Valencida de Alcantara con las toquillas y los pañozuelos de seda de las extremeñas. Acaso me equivoque; pero me parece que ellas no llevan esos zorcillos de oro de Portugal que aqui usan todas, hasta las mas pobres.
En las calles de Valencia veremos trabajar partidas de obreros portugueses, son gente sufrida, seria, y acuden del Alemtejo y de Beira. En cambio, los nuestros no suelen pasar la frontera. De este modo Valencia de Alcantara sirve de centro internacional a sus numerosos agregados y a los pueblecitos fronterizos.
Por su movimiento, parece una ciudad minera, sobre todo al caer la tarde, cuando regresan los hombres del campo y salen las muchahas, casas nuevas, hechas al uso de ciudad, no siempre con caracter y una buena tradicion de villa extremeña. Jardines en la plaza grande. Casino popular."Cine"y teatro. Almacenes. Comercios. Su favorable posicion ha hecho de Valencia de Alcantara la poblacion mas importante de la provincia, despues de Caceres. Ademas a dado en estos tiempos con un buen alcalde, joven y activo, de abolengo democratico, que sin compromisos personales ni de partidos, estudia la necesidades del pueblo y quiere en primer termino dejar hechas las escuelas. Una villa como esta, que pasa de diez mil habitantes, apenas tenia cuatro escuelas utiles. Algunas clases se estaban dando en locales impropios. El alcalde -merece ser consignado el nombre de Don Francisco Martinez Cabezas-empezo por llevar la escuela peor alojada al mismo salon de sesiones del Ayuntamiento. He saludado a los maestros D. Eustasio Corrales y D. Gregorio Bravo. Provisionalmente trabajan ahora donde pueden; pero pronto tendran uno de los edificios mas comodos de España, porque esta terminandose el arreglo de un antiguo convento de monjas, habilitado para grupo escolar.
Amigos y paisanos, el periodista Luis Bello se ve que se llevo una buena impresion en el año 1927 de nuestra vecina y querida villa de Valencia de Alcantara.
Que tengais buena tarde paisanos y amigos.
SALUDOS... FALCO
Si llegamos en dia de mercado, veremos aparecer en racimos las figuras inconfundibles de los feriantes portugueses, con sus capotones de doble y triple esclavina, con sus zapatos ferrados, su sombrero de alas anchas y su gran paraguas. El campesino portugués va bien armado contra la dureza del clima y sobre todo contra la lluvia, mientras que el extremeño de Cáceres, Trujillo, Valencia de Alcantara o Alburquerque, resiste a cuerpo limpio, seguro de que el frio y el agua pasan enseguida y no hay para que darles importacia.
Vienen tambien muchas mujeres del otro lado de la frontera, hasta de Portalegre, y Castelo de Vide, pero especialmente de la sierra de San Mamed; cuando vienen en parejas al llegar guia el hombre; pero al volver, como las transacciones son laboriosas y se habla mucho y es preciso remojar la garganta, es siempre ella la que lleva la rienda. Traen tambien sus sombreros y sus abrigos, y un simpatico aspecto varonil. Los pañozuelos recios y obscuros, contrastan en el mercado de Valencida de Alcantara con las toquillas y los pañozuelos de seda de las extremeñas. Acaso me equivoque; pero me parece que ellas no llevan esos zorcillos de oro de Portugal que aqui usan todas, hasta las mas pobres.
En las calles de Valencia veremos trabajar partidas de obreros portugueses, son gente sufrida, seria, y acuden del Alemtejo y de Beira. En cambio, los nuestros no suelen pasar la frontera. De este modo Valencia de Alcantara sirve de centro internacional a sus numerosos agregados y a los pueblecitos fronterizos.
Por su movimiento, parece una ciudad minera, sobre todo al caer la tarde, cuando regresan los hombres del campo y salen las muchahas, casas nuevas, hechas al uso de ciudad, no siempre con caracter y una buena tradicion de villa extremeña. Jardines en la plaza grande. Casino popular."Cine"y teatro. Almacenes. Comercios. Su favorable posicion ha hecho de Valencia de Alcantara la poblacion mas importante de la provincia, despues de Caceres. Ademas a dado en estos tiempos con un buen alcalde, joven y activo, de abolengo democratico, que sin compromisos personales ni de partidos, estudia la necesidades del pueblo y quiere en primer termino dejar hechas las escuelas. Una villa como esta, que pasa de diez mil habitantes, apenas tenia cuatro escuelas utiles. Algunas clases se estaban dando en locales impropios. El alcalde -merece ser consignado el nombre de Don Francisco Martinez Cabezas-empezo por llevar la escuela peor alojada al mismo salon de sesiones del Ayuntamiento. He saludado a los maestros D. Eustasio Corrales y D. Gregorio Bravo. Provisionalmente trabajan ahora donde pueden; pero pronto tendran uno de los edificios mas comodos de España, porque esta terminandose el arreglo de un antiguo convento de monjas, habilitado para grupo escolar.
Amigos y paisanos, el periodista Luis Bello se ve que se llevo una buena impresion en el año 1927 de nuestra vecina y querida villa de Valencia de Alcantara.
Que tengais buena tarde paisanos y amigos.
SALUDOS... FALCO