Compramos energía a futuro

MEMBRIO: Hay noticias que parecen contradictorias. Hace unos...

Hay noticias que parecen contradictorias. Hace unos meses lei en una revista de naturaleza, que los bosques se comen el campo. Que España es, junto con China, el país del mundo en donde más ha crecido la masa forestal en la última década, a un ritmo del 2% anual, en su mayor parte a costa de ocupar antiguas tierras de cultivo ahora abandonadas. Y ahora en otro medio leo algo aparentemente chocante. Un reciente estudio demuestra que el abandono de las prácticas selvícolas tradicionales está poniendo en peligro esos mismos bosques.
Investigadores de universidades, junto al Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC, han comprobado que el cambio climático y el sistema actual de protección forestal hacen más vulnerable al bosque mediterráneo cuando éste se enfrenta a periodos de sequía o plagas.
Hasta hace algunos años había un cierto manejo del monte por parte de la población local. Los habitantes de la zona extraían leña, introducían ganado, etc., de forma que se abrían claros, se cortaban árboles, algunos eran jóvenes y otros viejos. De esta forma se favorecía la diversidad de tamaños y de habilidades competitivas. Al eliminarse el factor humano, los bosques han disminuido su crecimiento y, con él, sus “defensas”. Producen cada año lo justo para mantenerse y dejan poca energía libre para generar hormonas o sustancias de protección frente a patógenos o plagas”. Dicho con otras palabras: los bosques nos necesitan. Les hemos acostumbrado, para bien o para mal, a nuestros manejos, y ahora encajan con dificultad el repentino abandono impuesto por los nuevos tiempos.
Ganados y ganaderos, tan injustamente denostados por su supuesto negativo impacto ambiental, fueron expulsados del bosque, otros dejaron las dehesas, se fueron de éllas en cuanto esa actividad dejó de ser rentable. Hace muy pocas décadas de esa desaparición y ya los estamos echando de menos.

--"Nos hemos aferrado al peor recuso: considerarlo todo recurso".