(éste también me gustaba mucho oírselo recitar, me lo creí al pie de la letra)
ROMANCE DEL ARRIERO
En la Feria de Sevilla
se pasea un arriero.
Buen zapato,
buenas medias,
buen bolsillo de dinero.
Al revolver de una esquina
siete machos arreaban,
ocho con el delantero,
nueve se pueden llamar
con el de la silla al freno.
Al revolver de una esquina
siete ladrones salieron,
le preguntan al mozo
dónde marcha el arriero.
Camino para La Mancha
con un recado que llevo.
A La Mancha iremos todos
como buenos compañeros.
Ellos como eran ladrones
se miraron y se rieron.
Al llegar a la cantina
echaron vino y bebieron.
El primer vaso que echaron
fue para el mozo arriero,
él no lo quiso beber
porque tenía veneno.
¡Que lo beba el rey de España
que yo para mí no lo quiero!
Siete ladrones que eran
siete sables descubrieron.
El mozo descubre el suyo
que corta como un acero.
De los siete mató a cinco
los demás salieron huyendo.
La cantinera da voces
por ver si acude el pueblo.
Acudió la justicia al momento
y allí mismo aclamaron al arriero.
ROMANCE DEL ARRIERO
En la Feria de Sevilla
se pasea un arriero.
Buen zapato,
buenas medias,
buen bolsillo de dinero.
Al revolver de una esquina
siete machos arreaban,
ocho con el delantero,
nueve se pueden llamar
con el de la silla al freno.
Al revolver de una esquina
siete ladrones salieron,
le preguntan al mozo
dónde marcha el arriero.
Camino para La Mancha
con un recado que llevo.
A La Mancha iremos todos
como buenos compañeros.
Ellos como eran ladrones
se miraron y se rieron.
Al llegar a la cantina
echaron vino y bebieron.
El primer vaso que echaron
fue para el mozo arriero,
él no lo quiso beber
porque tenía veneno.
¡Que lo beba el rey de España
que yo para mí no lo quiero!
Siete ladrones que eran
siete sables descubrieron.
El mozo descubre el suyo
que corta como un acero.
De los siete mató a cinco
los demás salieron huyendo.
La cantinera da voces
por ver si acude el pueblo.
Acudió la justicia al momento
y allí mismo aclamaron al arriero.