MI QUERIDA ESPAÑA (hoy hago un exceso)
La integridad territorial y el ordenamiento constitucional de nuestro Estado social y democrático de Decreto, dependen de una sentencia del Tribunal Constitucional, que, con su silencio cómplice, convierte en prueba tácita fehaciente la manifiesta inconstitucionalidad del Estatuto de Cataluña.
Desde la razón jurídica, se dice que el presupuesto político del Estado de Derecho es la Democracia; y, el presupuesto jurídico, la separación de poderes.
El sedicente “progresismo”, convoca manifestaciones a favor de la impunidad de un “humilde Juez”, al que se le debería suponer sometido al imperio de la ley y, de paso, lo convierten en adalid de la libertad, llevando la discusión jurídica al campo de los sentidos (no digo de la ideología) y llamando torturadores a los miembros del más Alto de los Tribunales de la Jurisdicción. Son los mismos, a los que se les llena la boca de libertad, justicia, derecho, mientras impertérritos contemplan con satisfacción cómo se asesina a las personas en Cuba. Es decir, aquellos para los que el sistema es simplemente un medio.
El Ejército, “cautivo y desarmado de valores”, abandona a sus miembros pululando estigmatizados por los patios de armas de los cuarteles, sin más valores que la paga mensual. Con los cimientos de la Institución (Lealtad, disciplina, compañerismo…) corrompidos por el óxido de la ignominiosa ley 39/07, sólo esperan, pacientemente, que el especialista les dé la baja Psicológica.
Algunos servidores del Estado- policías- colaboran con los terroristas para impedir su detención en el caso del bar “Faisán” -es de suponer que recibiendo órdenes del poder político-
Nuestro olocrático sistema, cimentado sobre la partitocrática corruptela, deja a los pululantes seres plutónicos que se manifiesten cada cuatro años, depositando un papelito- con los nombres previamente impresos- por entre la “raja” asexuada, de un cajón de metacrilato.
Los dirigentes sindicales, corrompidos de raíz por la subvención estatal y la Visa oro, pululan por entre su empleo funcionarial fijo, defendiendo nada que envuelve silencio- como aquellos generales que no tenían ni la dignidad de contar a sus muertos-
Si yo no fuese epicúreo, pensaría que miles de los nuestros, en el próximo pasado, estarían jodidos pensando que los estamos instrumentalizando. Pero, los nuestros- al igual que yo, cuando llegue mi negra amante- no son; porque, como dijera un viejo filósofo: “Lo que no es, no es, y es imposible que sea”. Saludos. PC
La integridad territorial y el ordenamiento constitucional de nuestro Estado social y democrático de Decreto, dependen de una sentencia del Tribunal Constitucional, que, con su silencio cómplice, convierte en prueba tácita fehaciente la manifiesta inconstitucionalidad del Estatuto de Cataluña.
Desde la razón jurídica, se dice que el presupuesto político del Estado de Derecho es la Democracia; y, el presupuesto jurídico, la separación de poderes.
El sedicente “progresismo”, convoca manifestaciones a favor de la impunidad de un “humilde Juez”, al que se le debería suponer sometido al imperio de la ley y, de paso, lo convierten en adalid de la libertad, llevando la discusión jurídica al campo de los sentidos (no digo de la ideología) y llamando torturadores a los miembros del más Alto de los Tribunales de la Jurisdicción. Son los mismos, a los que se les llena la boca de libertad, justicia, derecho, mientras impertérritos contemplan con satisfacción cómo se asesina a las personas en Cuba. Es decir, aquellos para los que el sistema es simplemente un medio.
El Ejército, “cautivo y desarmado de valores”, abandona a sus miembros pululando estigmatizados por los patios de armas de los cuarteles, sin más valores que la paga mensual. Con los cimientos de la Institución (Lealtad, disciplina, compañerismo…) corrompidos por el óxido de la ignominiosa ley 39/07, sólo esperan, pacientemente, que el especialista les dé la baja Psicológica.
Algunos servidores del Estado- policías- colaboran con los terroristas para impedir su detención en el caso del bar “Faisán” -es de suponer que recibiendo órdenes del poder político-
Nuestro olocrático sistema, cimentado sobre la partitocrática corruptela, deja a los pululantes seres plutónicos que se manifiesten cada cuatro años, depositando un papelito- con los nombres previamente impresos- por entre la “raja” asexuada, de un cajón de metacrilato.
Los dirigentes sindicales, corrompidos de raíz por la subvención estatal y la Visa oro, pululan por entre su empleo funcionarial fijo, defendiendo nada que envuelve silencio- como aquellos generales que no tenían ni la dignidad de contar a sus muertos-
Si yo no fuese epicúreo, pensaría que miles de los nuestros, en el próximo pasado, estarían jodidos pensando que los estamos instrumentalizando. Pero, los nuestros- al igual que yo, cuando llegue mi negra amante- no son; porque, como dijera un viejo filósofo: “Lo que no es, no es, y es imposible que sea”. Saludos. PC