Seguimos sin saber porqué, en aquel. tiempo se decía, que poniendo una boina en la
campana al ser golpeada con el badajo, ésta se tachaba. Y lo más surrealista, es que había canchas expectación para ver lo que sucedía; aunque a nosotros más nos entretenía leer la inscripción que tenía: en 2953, siendo alcalde Agustín Malparida. Lo que ya no nos acordamos - ha pasado ya mucho tiempo-, si fue fabricada en Montehermodo o Baños de Montemayor....
señal inequívoca de que estamos perdiendo memoria... y
... (ver texto completo)