Que bonito este
pueblo, yo estuve en él varios días y me acuerdo que siempre veía a las mismas personas, ya nos saludaban todos, aquello era como estar en
casa, que gente más encantadora, me gustaría poder ir de nuevo, pero lo peor del pueblo fue que no pude visitar el
monasterio pues estaban de reforma después de darme una caminata andando que casi me muero, pero mereció la pena pues el
paisaje es impresionante.