OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

CACERES: Alabo a María...

Canto Construyendo Sueños de Joel Fortunato Reyes
Enero 22, 2011 a las 10:03 am

En el canto libre y fraterno vamos
Al compás de mismos vientos
Dejando indiferente al sufrimiento
¡Hoy iguales construyendo sueños reales!

En el canto vamos y hermanados diferentes
Al compás de una hermosa sinfonía
Dejando las semillas en la vida
¡Hoy iguales construyendo sueños reales!

En el canto fraterno del arado vamos
Al compás de la esperanza justa
Dejando el noble honor en la raíz
¡Hoy iguales construyendo sueños reales!

En el canto que no engaña infame
Al compás de la familia unida
Dejando más humano el mundo
¡Hoy iguales construyendo sueños reales!

En el canto con voz y corazón distinto
Al compás de la sangre misma
Dejando más frutos al océano
¡Hoy iguales construyendo sueños reales!

En el canto vamos iguales libertades
Al compás del mismo aliento
Dejando más muros fraternales
¡Hoy iguales construyendo sueños reales!

Autor: Joel Fortunato Reyes Perez

Alabo a María
Quiero entregarle a María, madre del Cristo bendito
Un alma ardiente y sedienta, una semilla fecunda,
Un corazón que se acerque, y con deleite se hunda
En su corazón doliente y en su dolor infinito.
De la madre que sufriera los tormentos indecibles,
Compartiendo con su hijo el tormento del calvario;
Los dos sufriendo obedientes por aquel pueblo falsario
Que por envidia y orgullo perpetró acciones terribles.
Quiero ser cauce apacible de su gracia y de su gloria;
Testigo de sus pesares, testimonio de su amor;
En su esplendor compañero, solidario en su dolor
Trocado en su semejanza y asociado a su victoria.
Quiero vivir como ella en esta cárcel oscura
Del mundo, que despreció tal grandeza y salvación,
Sin flaqueza o titubeo, sin tristeza ni aprensión,
Con mi ser agradecido por su gracia y donosura.
Dulce María que obediente aceptaste tal empresa
Sin queja ni terca duda, sin límite o condición;
De confianza colmada, de entrega ante tu misión
Con femenina dulzura y con humilde grandeza.
Quiero ofrecerte de amor mi sentimiento profundo
Por tu ejemplo y pronta fe, por tu servicio callado,
Por tu alegre aceptación, por tu valor denodado
Y ser madre del que, amante, con su muerte salvó al mundo.