Es lo que tienen los
pueblos, si hay
tormenta no hay ordenador, ni tele ni na.
Menos mal que aquí suelen durar poco, cuando pasa de día me siento en la galería a ver como llueve, si es de
noche a la cama no hay otra. Pero ayer se pasó en seguida y pudimos estar viendo la tele un ratito, aunque el ordenador ya no lo encendí por si acaso.