(3) El pudor.
“No tener hambre, ni sed, ni frío, constituye el fundamento de la posible felicidad”, es por eso que la Nochevieja de 1969 no me sentí yo mu allá que digamos. Porque aquel aciago miércoles -agonizante ya la inefable década de los sesenta- había nevado en toda la cuenca del Guadarrama y en Valdemorillo hacía un frío del carajo. Todo fue bien mientras que el bar de “Los Bravos” y la taberna de “Araceli”, ambos radicados en la plaza, nos remediaron las dos primeras necesidades: pero ... (ver texto completo)
“No tener hambre, ni sed, ni frío, constituye el fundamento de la posible felicidad”, es por eso que la Nochevieja de 1969 no me sentí yo mu allá que digamos. Porque aquel aciago miércoles -agonizante ya la inefable década de los sesenta- había nevado en toda la cuenca del Guadarrama y en Valdemorillo hacía un frío del carajo. Todo fue bien mientras que el bar de “Los Bravos” y la taberna de “Araceli”, ambos radicados en la plaza, nos remediaron las dos primeras necesidades: pero ... (ver texto completo)