Saltan de la cama en cuanto se despiertan, hacen sus abluciones y se hacen preparar un zumo de frutas o bebida similar para estar vitaminado el resto del día. Aseado ya y vestido con ropas limpias y bien planchadas, sale a la calle desafiando a la mediocre humanidad y va a su oratorio predilecto donde serena y templa su espíritu, para estar en condiciones de enfrentarse a la infernal jauría, siempre dispuesta a arrebarle sus logros heredados o adquiridos en desigual combate donde resultó triunfante ... (ver texto completo)
Después, ocupa la posición que le han asignado en la formación que una vez más se prepara para la lucha diaria y, tras solicitar información complementaria, se adentra profundamente en el laberinto de su poderosa y ágil mente al objeto, de hallar la mejor manera de debilitar las defensas de sus enemigos de siempre y, cómo, cuándo, dónde y por donde, arremeterá contra las pérfidas maniobras de esos seres insignificantes que han osado desafiar con alegatos para él intolerables, a su infinita y ancestral ... (ver texto completo)