Los extremeños tenemos la responsabilidad de proteger, restaurar, mejorar y conservar para las generaciones futuras un valiosísimo e irrepetible patrimonio natural. Durante años se degradó con el olvido, durante años se conservó porque estaba en una tierra "olvidada".
Una parte fundamental de ese patrimonio lo constituyen nuestros bosques y, de un modo particular, algunos de sus componentes vegetales más representativos: los árboles.
Una sociedad que quiere conquistar su futuro piensa en los jóvenes, en su formación y en su enraizamiento en Extremadura como clave de transformación. Una sociedad que quiere reconocerse en ese futuro apuesta por la preservación de su patrimonio natural y, de un modo especial, por aquellos elementos que mejor lo simbolizan, los árboles notables.
Una parte fundamental de ese patrimonio lo constituyen nuestros bosques y, de un modo particular, algunos de sus componentes vegetales más representativos: los árboles.
Una sociedad que quiere conquistar su futuro piensa en los jóvenes, en su formación y en su enraizamiento en Extremadura como clave de transformación. Una sociedad que quiere reconocerse en ese futuro apuesta por la preservación de su patrimonio natural y, de un modo especial, por aquellos elementos que mejor lo simbolizan, los árboles notables.