Al fondo de la vasta llanura fértil,
se yergue, majestuosa, la sierra brava,
ceñía por la comba de los regachos
que penden, caprichosos de sus gargantas,
como regios cintillos de cuentas verdes
con engarces de plata.
Y a la vera del lombo, breves alcores,
extensos altozanos, mesetas amplias
que, como desperezos de la llanura,
sirven de contrafuerte a la montaña, ... (ver texto completo)
se yergue, majestuosa, la sierra brava,
ceñía por la comba de los regachos
que penden, caprichosos de sus gargantas,
como regios cintillos de cuentas verdes
con engarces de plata.
Y a la vera del lombo, breves alcores,
extensos altozanos, mesetas amplias
que, como desperezos de la llanura,
sirven de contrafuerte a la montaña, ... (ver texto completo)
