Milord informa.
El tiempo se ha empeñado en probar la paciencia de nuestra juventud elegante, y de las que no lo son tanto, poniendo de su parte cuanto le es posible para deslucir las fiestas de la Constitución y de La Inmaculada Concepción: Patrona de España, el día 7 estuvo lloviendo menuda y constantemente todo el santo día, hoy tal cual como ayer las lluvias han comenzado temprano seguidas de una humedad que se sostiene gracias a unas nieblas que ciernen la lluvia intermitente por un cedazo muy fino cayendo sobre nosotros como esparcida por un pulverizador.
Sin embargo, para que la desesperación de muchos sea completa, nuestros labradores continúan cruzados de brazos, sin poder acudir en socorro de la sementera, que se consume ahogada por la hierba y el agua. Con un tiempo así, todo auxilio que quiera prestársele sería inútil, y nuestros labradores no están por gastar su dinero, (hacen muy bien que estamos en crisis) ó sus energías, inútilmente. Y si a los labradores y á cuantos viven del campo, una humedad tan excesiva, molesta y que perjudica, á ellos que generalmente tanto suelen suspirar por las lluvias, no querramos saber como nuestra juventud acoge estas humedades, que todo lo ensucian y todo lo entristecen.
En fin esperemos que estas Navidades (por lo menos) se comporte el tiempo solidariamente. Desde nuestro pueblo, Víctor Sanz.
El tiempo se ha empeñado en probar la paciencia de nuestra juventud elegante, y de las que no lo son tanto, poniendo de su parte cuanto le es posible para deslucir las fiestas de la Constitución y de La Inmaculada Concepción: Patrona de España, el día 7 estuvo lloviendo menuda y constantemente todo el santo día, hoy tal cual como ayer las lluvias han comenzado temprano seguidas de una humedad que se sostiene gracias a unas nieblas que ciernen la lluvia intermitente por un cedazo muy fino cayendo sobre nosotros como esparcida por un pulverizador.
Sin embargo, para que la desesperación de muchos sea completa, nuestros labradores continúan cruzados de brazos, sin poder acudir en socorro de la sementera, que se consume ahogada por la hierba y el agua. Con un tiempo así, todo auxilio que quiera prestársele sería inútil, y nuestros labradores no están por gastar su dinero, (hacen muy bien que estamos en crisis) ó sus energías, inútilmente. Y si a los labradores y á cuantos viven del campo, una humedad tan excesiva, molesta y que perjudica, á ellos que generalmente tanto suelen suspirar por las lluvias, no querramos saber como nuestra juventud acoge estas humedades, que todo lo ensucian y todo lo entristecen.
En fin esperemos que estas Navidades (por lo menos) se comporte el tiempo solidariamente. Desde nuestro pueblo, Víctor Sanz.