Buenos días paisanos foreros, hoy es ya 31 de octubre y como acostumbro mandaros la crónica de este mes, pues aqui la teneis: con las prisas y lo poco que contar la mando sin corrección ortografica. que cada uno la corrija como le vanga en ganas. Deseo paseis unos días felices y mis recuerdos para los que se fueron para siempre.
Milord informa
Crónica Orellanense Octubre de 2012-
Las últimas lluvias han venido a meternos definitivamente en el otoño. Aun cuando el sol todavía tiene fuerza para molestar, aparte de la contrariedad de las lluvias, el tiempo ha quedado muy aceptable disfrutándose de una temperatura tibia muy del agrado de nuestros paseantes.
Con estos copiosos aguaceros nuestros labradores se han decidido a comenzar la sementera dando principio por las habas y los ajos, que so las semillas que requieren la siembra más temprana. Ellos están muy satisfechos, porque el otoño se presenta a tiempo, pudiendo realizar esta primera operación agrícola en buenas condiciones porque la tierra tiene la humedad necesaria para hacer que germinen y aparezcan enseguida las semillas sembradas.
También los ganaderos han recibido estas aguas con muestras de aprobación. Las primeras lluvias hicieron que la otoñada se desarrollara en el campo, pero el calor que sobrevino después perdió la otoñada secando y abrasando las hierbas nacidas. A esta segunda no le ocurrirá lo mismo, porque el sol ya no tiene tanta fuerza para secar, sino para hacer que las plantas recién nacidas crezcan y se desarrollen favorecidas por una templada temperatura.
Se acerca el día de todos los Santos, seguido del inseparable del de los difuntos. Sabido es que dichas festividades la dedica la gente moza (o sea nuestra querida y adorable juventud) a la gira campestre en donde se ensancha el ánimo y se estrechan y hacen más intimas las amistades. Esperemos que como hada protectora de estas explosiones juveniles, el tiempo se manifieste vistiendo sus más esplendorosas galas y haciendo disfrutar de las caricias de un sol esplendido, un cielo diáfano una temperatura tibia en estos días que todo el mundo celebra.
En todos los ordenes, aunque una cosa sea mala, se procura al menos presentarla lo mejor posible, y ni aun eso hacen nuestros administradores; pues el que por primara vez entre en nuestro pueblo y vean las escombreras cerca de las carreteras que dan acceso a la población, de seguro que se figura estar haciendo un viaje por los pueblos de la edad media (dicho sea sin intenciones de menospreciarla) o por otros sitios aun de peor fama en cuanto abandono. No se si el grupito ecologista haría alguna amonestación a nuestros gobernantes, por el vertido de basura del Cristo del año pasado que todos sabemos la tiraron en la explanada del jardín de “La Mandanga”, pues haciendo caso omiso los muy ladinos, este año también la tiraron al mismo sitio, bueno unas cuartas más debajo del bonito jardín Mandanguero donde puede verse aun restos de comida que no comieron las ratas; eso si, porque este año se los olvidó el incinerarla.
Yo creo que todos los pueblos procuran y miran su bienestar moral y materia, queriendo atraerse hacia si las simpatías de propios y extraños y hacerse agradable a todos; y las alabanzas de los de fuera, es titulo de honra para los de dentro pero para ello todos debemos arrimar el hombro. Esperemos que estas lluvias que todo lo regenera regenere también las obtusas mentes de algunos y no se les ocurra cortar este año los morales de la carretera de Orellanita porque los pobres se han visto negros para retoñecer y que ahora tienen ramas de más de un metro de largo con un verde bastante bonito, si que los afea los restos de las toneladas de ramas cortadas el año pasado que todavía permanecen allí secas y mal amontonadas. Creo recordar que el año pasado hice una sugerencia de que fuesen retiradas y empleadas para hacer la caldereta por San Isidro pero no me hicieron el mínimo caso (como están acostumbrados). Fue una sugerencia por mi parte solamente, cuanto zorro hay en este mundo, si mire usted, y se que algunos señores se me lamentan amargamente, porque yo no trato nada más que de molestarles con censuras olvidándome de aplaudirles por sus buenas obras, ¡Ay! como tengo la cabeza -es que soy tan olvidadizo-
Por estas fechas en el entorno Orellanense ocurre un fenómeno muy curioso los llamados caminos verdes: consisten este en que por el verano las ovejas en su caminar por el pasto lo hace siguiendo unas de tras de otra como en fila india por lo que resulta literalmente aplastado por lo general quedando a los lados grandes hileras del pasto formando estrechas sendas. Llueve y comienza a salir la hierba con su color verde de primavera pero solo se aprecia en los caminos que dejaron a su paso el ganado ya que la hierba existente entre el pasto no puede verse aun, así que decenas de líneas verde se entre cruzan entre ellas en continuo zigzag delimitadas por paredes de pasto amarillento.
Luego este desaparece por el continuo caminar del ganado que le aplasta al buscar hierba más tierna. Desde el cielo seria bonito ver estos camino seguro que se parecen a las celebres líneas de Nazca en Perú.
Es que nuestro pueblo, digan lo que digan es único, vaya que si.
Las aguas de los pequeños arroyos incrementados por las últimas lluvias, entonan ya una canción de vida y de Belleza.
Desde Orellana la Vieja. Víctor Sanz
Crónica Orellanense Octubre de 2012-
Las últimas lluvias han venido a meternos definitivamente en el otoño. Aun cuando el sol todavía tiene fuerza para molestar, aparte de la contrariedad de las lluvias, el tiempo ha quedado muy aceptable disfrutándose de una temperatura tibia muy del agrado de nuestros paseantes.
Con estos copiosos aguaceros nuestros labradores se han decidido a comenzar la sementera dando principio por las habas y los ajos, que so las semillas que requieren la siembra más temprana. Ellos están muy satisfechos, porque el otoño se presenta a tiempo, pudiendo realizar esta primera operación agrícola en buenas condiciones porque la tierra tiene la humedad necesaria para hacer que germinen y aparezcan enseguida las semillas sembradas.
También los ganaderos han recibido estas aguas con muestras de aprobación. Las primeras lluvias hicieron que la otoñada se desarrollara en el campo, pero el calor que sobrevino después perdió la otoñada secando y abrasando las hierbas nacidas. A esta segunda no le ocurrirá lo mismo, porque el sol ya no tiene tanta fuerza para secar, sino para hacer que las plantas recién nacidas crezcan y se desarrollen favorecidas por una templada temperatura.
Se acerca el día de todos los Santos, seguido del inseparable del de los difuntos. Sabido es que dichas festividades la dedica la gente moza (o sea nuestra querida y adorable juventud) a la gira campestre en donde se ensancha el ánimo y se estrechan y hacen más intimas las amistades. Esperemos que como hada protectora de estas explosiones juveniles, el tiempo se manifieste vistiendo sus más esplendorosas galas y haciendo disfrutar de las caricias de un sol esplendido, un cielo diáfano una temperatura tibia en estos días que todo el mundo celebra.
En todos los ordenes, aunque una cosa sea mala, se procura al menos presentarla lo mejor posible, y ni aun eso hacen nuestros administradores; pues el que por primara vez entre en nuestro pueblo y vean las escombreras cerca de las carreteras que dan acceso a la población, de seguro que se figura estar haciendo un viaje por los pueblos de la edad media (dicho sea sin intenciones de menospreciarla) o por otros sitios aun de peor fama en cuanto abandono. No se si el grupito ecologista haría alguna amonestación a nuestros gobernantes, por el vertido de basura del Cristo del año pasado que todos sabemos la tiraron en la explanada del jardín de “La Mandanga”, pues haciendo caso omiso los muy ladinos, este año también la tiraron al mismo sitio, bueno unas cuartas más debajo del bonito jardín Mandanguero donde puede verse aun restos de comida que no comieron las ratas; eso si, porque este año se los olvidó el incinerarla.
Yo creo que todos los pueblos procuran y miran su bienestar moral y materia, queriendo atraerse hacia si las simpatías de propios y extraños y hacerse agradable a todos; y las alabanzas de los de fuera, es titulo de honra para los de dentro pero para ello todos debemos arrimar el hombro. Esperemos que estas lluvias que todo lo regenera regenere también las obtusas mentes de algunos y no se les ocurra cortar este año los morales de la carretera de Orellanita porque los pobres se han visto negros para retoñecer y que ahora tienen ramas de más de un metro de largo con un verde bastante bonito, si que los afea los restos de las toneladas de ramas cortadas el año pasado que todavía permanecen allí secas y mal amontonadas. Creo recordar que el año pasado hice una sugerencia de que fuesen retiradas y empleadas para hacer la caldereta por San Isidro pero no me hicieron el mínimo caso (como están acostumbrados). Fue una sugerencia por mi parte solamente, cuanto zorro hay en este mundo, si mire usted, y se que algunos señores se me lamentan amargamente, porque yo no trato nada más que de molestarles con censuras olvidándome de aplaudirles por sus buenas obras, ¡Ay! como tengo la cabeza -es que soy tan olvidadizo-
Por estas fechas en el entorno Orellanense ocurre un fenómeno muy curioso los llamados caminos verdes: consisten este en que por el verano las ovejas en su caminar por el pasto lo hace siguiendo unas de tras de otra como en fila india por lo que resulta literalmente aplastado por lo general quedando a los lados grandes hileras del pasto formando estrechas sendas. Llueve y comienza a salir la hierba con su color verde de primavera pero solo se aprecia en los caminos que dejaron a su paso el ganado ya que la hierba existente entre el pasto no puede verse aun, así que decenas de líneas verde se entre cruzan entre ellas en continuo zigzag delimitadas por paredes de pasto amarillento.
Luego este desaparece por el continuo caminar del ganado que le aplasta al buscar hierba más tierna. Desde el cielo seria bonito ver estos camino seguro que se parecen a las celebres líneas de Nazca en Perú.
Es que nuestro pueblo, digan lo que digan es único, vaya que si.
Las aguas de los pequeños arroyos incrementados por las últimas lluvias, entonan ya una canción de vida y de Belleza.
Desde Orellana la Vieja. Víctor Sanz