Milord informa.
Crónica Orellanense 2ª de septiembre.
Estábamos esperando que el tiempo cediera por lo avanzado del verano, pero nos suministra temperaturas de altos hornos de fundición. En nuestro deseo de respirar un poco de aire húmedo, pedimos con ansiedad que descargue sobre nosotros una tormenta de esas que ponen espanto en nuestro ánimo, pero refrescan la atmósfera.
Agosto tuvo una despedida calurosa, ya que no entusiasta; se marchó dejándonos en la parrilla como si fuéramos chuletas de borrego, y en la parrilla continuamos hasta que septiembre tenga piedad de nosotros, pero al paso que sigue y acercándose el veranillo S. Miguel, pues tengo mis dudas.
Por fin, las obras de la calle Iglesia, quedaron listas en su tramo central, pudiéndose bajar o subir en coche, a pie o en burro, como el transeúnte lo prefiera. Queda por terminar las aceras pero esto será competencia de nuestro Ayuntamiento y como es harina de otro costal, habrá que esperar.
Todavía quedan feos resquicios en la Plaza de España de las comilonas pasadas, feas y desagradables manchas que a pesar de su lavado, con abundante agua, no fue suficiente para hacerlas desaparecer. Los empleados de la limpieza o encargado de ésta (medio dormidos por el trasnoche diario) sólo se limitaban a barrer con escobas de terciopelo (por lo suave de sus cerdas se entiende) los desperdicios de la noche anterior y obviando que el municipio tiene un vertedero o escombreras autorizadas, las toneladas de basura recogidas fueron a verterse a escasos dos metros del bello jardín de “La Mandanga”. Una forma de reciclaje, ya que la comunidad “rateril” afincada allí en la que también entran ratoncillos, topos y lirones están dando buena cuenta de ésta. Pues buen provecho señoras y señores roedores.
No sólo nuestro Ayuntamiento nos dio comidas gratis en las fiestas del Cristo pues creo que sintiendo un poquito de envidia nuestra joven cadena de televisión la de los “Gusanitos” o sea T V Extremadura, también nos obsequió en las sobremesas unas desmesuradas raciones de “Espaguetis wester” y que al paso que lo lleva no tiene intenciones de cambiar de menú. Así es que a tragar cine italiano se ha dicho.
Una vueltecita por nuestra sierra: Las aceitunas, no todas pero sí la mayoría, están con la piel tan arrugada que más parecen la cara de brujas medievales que a los sabrosos frutos del árbol de Atenea. No ocurre lo mismo con la explanada del “Caño” el cual está frondoso (exuberante diría yo) pero de malas hierbas, las zarzas comienzan a invadir el terreno adyacente, “jogarzos, cenizos, magarzos (no de Marzo) y garmanzas se crían en libre albedrío. Más abajo, ya en la poza donde se lavaba la ropa, yace cubierta de maligna grama que poco a poco lo han invadido todo hasta quedar los lavaderos solo reconocibles por el vicioso color verde allí existente.
No obstante, un visitante sediento puede aplacar su sed, ya que a dos metros un tubito metálico vierte agua del manantial que puede recogerse en cualquier recipiente, limpia y fresca recién salida de las profundidades de la tierra, fría, esa es la sensación cuando se coge en el cuenco formado por las manos para beber en él.
Nuestra querida juventud está haciendo las maletas, no para irse de vacaciones, sino para incorporarse al trabajo cotidiano en las universidades que ya están abiertas. Volverán los más cercanos para los Santos y los demás en Navidad. Suerte a todos.
Y como diría nuestro buen amigo el “Barquillero”: "Bueno muchachos... que ya amanece". En efecto, al oriente aparecen las primeras luces de la aurora Extremeña.
Desde Orellana la Vieja. Víctor Sanz.
Crónica Orellanense 2ª de septiembre.
Estábamos esperando que el tiempo cediera por lo avanzado del verano, pero nos suministra temperaturas de altos hornos de fundición. En nuestro deseo de respirar un poco de aire húmedo, pedimos con ansiedad que descargue sobre nosotros una tormenta de esas que ponen espanto en nuestro ánimo, pero refrescan la atmósfera.
Agosto tuvo una despedida calurosa, ya que no entusiasta; se marchó dejándonos en la parrilla como si fuéramos chuletas de borrego, y en la parrilla continuamos hasta que septiembre tenga piedad de nosotros, pero al paso que sigue y acercándose el veranillo S. Miguel, pues tengo mis dudas.
Por fin, las obras de la calle Iglesia, quedaron listas en su tramo central, pudiéndose bajar o subir en coche, a pie o en burro, como el transeúnte lo prefiera. Queda por terminar las aceras pero esto será competencia de nuestro Ayuntamiento y como es harina de otro costal, habrá que esperar.
Todavía quedan feos resquicios en la Plaza de España de las comilonas pasadas, feas y desagradables manchas que a pesar de su lavado, con abundante agua, no fue suficiente para hacerlas desaparecer. Los empleados de la limpieza o encargado de ésta (medio dormidos por el trasnoche diario) sólo se limitaban a barrer con escobas de terciopelo (por lo suave de sus cerdas se entiende) los desperdicios de la noche anterior y obviando que el municipio tiene un vertedero o escombreras autorizadas, las toneladas de basura recogidas fueron a verterse a escasos dos metros del bello jardín de “La Mandanga”. Una forma de reciclaje, ya que la comunidad “rateril” afincada allí en la que también entran ratoncillos, topos y lirones están dando buena cuenta de ésta. Pues buen provecho señoras y señores roedores.
No sólo nuestro Ayuntamiento nos dio comidas gratis en las fiestas del Cristo pues creo que sintiendo un poquito de envidia nuestra joven cadena de televisión la de los “Gusanitos” o sea T V Extremadura, también nos obsequió en las sobremesas unas desmesuradas raciones de “Espaguetis wester” y que al paso que lo lleva no tiene intenciones de cambiar de menú. Así es que a tragar cine italiano se ha dicho.
Una vueltecita por nuestra sierra: Las aceitunas, no todas pero sí la mayoría, están con la piel tan arrugada que más parecen la cara de brujas medievales que a los sabrosos frutos del árbol de Atenea. No ocurre lo mismo con la explanada del “Caño” el cual está frondoso (exuberante diría yo) pero de malas hierbas, las zarzas comienzan a invadir el terreno adyacente, “jogarzos, cenizos, magarzos (no de Marzo) y garmanzas se crían en libre albedrío. Más abajo, ya en la poza donde se lavaba la ropa, yace cubierta de maligna grama que poco a poco lo han invadido todo hasta quedar los lavaderos solo reconocibles por el vicioso color verde allí existente.
No obstante, un visitante sediento puede aplacar su sed, ya que a dos metros un tubito metálico vierte agua del manantial que puede recogerse en cualquier recipiente, limpia y fresca recién salida de las profundidades de la tierra, fría, esa es la sensación cuando se coge en el cuenco formado por las manos para beber en él.
Nuestra querida juventud está haciendo las maletas, no para irse de vacaciones, sino para incorporarse al trabajo cotidiano en las universidades que ya están abiertas. Volverán los más cercanos para los Santos y los demás en Navidad. Suerte a todos.
Y como diría nuestro buen amigo el “Barquillero”: "Bueno muchachos... que ya amanece". En efecto, al oriente aparecen las primeras luces de la aurora Extremeña.
Desde Orellana la Vieja. Víctor Sanz.