Milord informa. Cronica Orellanense.
(de La Cultura Tradicional en España y América. “ George M. Foster”)
PETICIÓN DE MANO.
Con más frecuencia, el padre del muchacho actúa como pedidor, acompañándolo algunas veces, sin ceremonia, y participando, otras veces en un ritual de reconocimiento público.
que se invita a los amigos de ambos jóvenes. Una vez llegados a la casa de la
novia el mozo tira una porra por el postigo (que previamente esta abierto) y dice.”La porra en casa”
“La moza casa, o no casa”. A lo que responden desde dentro.
“La moza casa”. Naturalmente, cuando se hace esto, ha habido ya con anticipación un arreglo informal. En Orellana la Vieja (Badajoz), los amigos y parientes de ambas familias se reúnen, una noche previamente determinada, en la casa de la muchacha, yéndose los padres del muchacho con la muchacha y sus padres a la cocina, y quedándose fuera los demás. Cuando todos están reunidos, el padre del muchacho comienza a decir. Sabéis por qué estamos aquí; si no fuera por ello, no habríamos venido. Vosotros debéis de decidir. Os digo que los jóvenes se quieren, y que han andado juntos durante algún tiempo. No os había dicho nada porque quiero que las cosas se hagan con toda propiedad, o no se hagan, ya que mi hijo merece cualquier sacrificio que sea necesario. Ha sido un buen trabajador desde que era niño, y en verdad, he decidido ayudarle para que se case.
Luego expresa su asentimiento el padre de la muchacha:
Hombre por mi Parte no veo razón por lo que no puedan hacerlo; y en cuanto a mi hija, dudo que tenga alguna, ya que se le advirtió y ha invitado a estas otras muchachas. Mi mujer le ha enseñado a mi hija a ser como ella, a saber que el sitio de una mujer está en su casa, al lado de su familia.
Cuando han terminado de hablar acerca de las buenas cualidades de los dos jóvenes, invitan a los demás huéspedes a que entren a tomar vino y dulces. Primero viene la madre del muchacho, en compañía de la muchacha. Lleva un rollo de Lino que le obsequia a la futura esposa, para que haga una sábana, la besa y luego regresa a casa.
Después entra el novio, acompañado por sus amigos. Le da a su prometida un poco de dinero, diciéndole: Toma para alfileres. El resto de la tarde se lo pasan bebiendo, comiendo y bailando en la cocina.
Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.
(de La Cultura Tradicional en España y América. “ George M. Foster”)
PETICIÓN DE MANO.
Con más frecuencia, el padre del muchacho actúa como pedidor, acompañándolo algunas veces, sin ceremonia, y participando, otras veces en un ritual de reconocimiento público.
que se invita a los amigos de ambos jóvenes. Una vez llegados a la casa de la
novia el mozo tira una porra por el postigo (que previamente esta abierto) y dice.”La porra en casa”
“La moza casa, o no casa”. A lo que responden desde dentro.
“La moza casa”. Naturalmente, cuando se hace esto, ha habido ya con anticipación un arreglo informal. En Orellana la Vieja (Badajoz), los amigos y parientes de ambas familias se reúnen, una noche previamente determinada, en la casa de la muchacha, yéndose los padres del muchacho con la muchacha y sus padres a la cocina, y quedándose fuera los demás. Cuando todos están reunidos, el padre del muchacho comienza a decir. Sabéis por qué estamos aquí; si no fuera por ello, no habríamos venido. Vosotros debéis de decidir. Os digo que los jóvenes se quieren, y que han andado juntos durante algún tiempo. No os había dicho nada porque quiero que las cosas se hagan con toda propiedad, o no se hagan, ya que mi hijo merece cualquier sacrificio que sea necesario. Ha sido un buen trabajador desde que era niño, y en verdad, he decidido ayudarle para que se case.
Luego expresa su asentimiento el padre de la muchacha:
Hombre por mi Parte no veo razón por lo que no puedan hacerlo; y en cuanto a mi hija, dudo que tenga alguna, ya que se le advirtió y ha invitado a estas otras muchachas. Mi mujer le ha enseñado a mi hija a ser como ella, a saber que el sitio de una mujer está en su casa, al lado de su familia.
Cuando han terminado de hablar acerca de las buenas cualidades de los dos jóvenes, invitan a los demás huéspedes a que entren a tomar vino y dulces. Primero viene la madre del muchacho, en compañía de la muchacha. Lleva un rollo de Lino que le obsequia a la futura esposa, para que haga una sábana, la besa y luego regresa a casa.
Después entra el novio, acompañado por sus amigos. Le da a su prometida un poco de dinero, diciéndole: Toma para alfileres. El resto de la tarde se lo pasan bebiendo, comiendo y bailando en la cocina.
Desde nuestro pueblo. Víctor Sanz.