Queridos paisanos orellanenses. Queridos
amigos y
amigas:
Yo no sé si a ustedes les pasará como mí, pero es llegar los primeros días de agosto, y empezar a darme vueltas en la cabeza la
Feria de Orellana. Y es curioso, ya que no se trata del deseo de disfrutar de la feria como el acontecimiento festivo que se repite un año tras otro, no, es peor, porque siempre es la misma: la que viví cuando era un crío de, no sé, pongamos ocho o nueve años y tengo ya sesenta y tantos, así que figúrense.
Ha
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