Seguiremos escribiendo aunque sea con dolor, que no hay dolor más intenso, que no hay mayor sufrimiento que el querer gritar al viento, y apagar la voz del grito condenándolo sin juicio a la cárcel del silencio.
Ardua tarea nos espera, caminando por siniestros caminos, que el miedo de nosotros se apodera.
Abiertos los ojos, explorando horizontes; sacando pecho a la vida, cada día más inestable.
Y hartos de mirar sin ver, nos sentimos más frágiles por falta de un claro amanecer.
Y casi sin darnos cuenta, arrastrados somos por el consumo en dirección a la disgregación.
Sutiles vallas encontraremos, que las manos no desgarran; pero que esconden un desgarro mayor: la soledad y el dolor humano.
Así, atónitos y sonrojados, asistimos al brutal espectáculo de guerras gestionadas por potencias, y mercenarios que trabajan para ellas.
Los pueblos convertidos en laboratorios de guerras, de niños-soldados-forzosos y de esclavas sexuales las niñas.
Los pueblos, graneros de recursos de poderosas multinacionales que a precio de ganga esquilman materias primas para Papá-Occidente.
Y continúa la historia, la soga no se afloja; ese es el problema. Y el Progreso aquí, calla.
Atte.
Inocencio Pardillo Sufrido.
Ardua tarea nos espera, caminando por siniestros caminos, que el miedo de nosotros se apodera.
Abiertos los ojos, explorando horizontes; sacando pecho a la vida, cada día más inestable.
Y hartos de mirar sin ver, nos sentimos más frágiles por falta de un claro amanecer.
Y casi sin darnos cuenta, arrastrados somos por el consumo en dirección a la disgregación.
Sutiles vallas encontraremos, que las manos no desgarran; pero que esconden un desgarro mayor: la soledad y el dolor humano.
Así, atónitos y sonrojados, asistimos al brutal espectáculo de guerras gestionadas por potencias, y mercenarios que trabajan para ellas.
Los pueblos convertidos en laboratorios de guerras, de niños-soldados-forzosos y de esclavas sexuales las niñas.
Los pueblos, graneros de recursos de poderosas multinacionales que a precio de ganga esquilman materias primas para Papá-Occidente.
Y continúa la historia, la soga no se afloja; ese es el problema. Y el Progreso aquí, calla.
Atte.
Inocencio Pardillo Sufrido.