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ALMENDRAL: A ti mocita, esto del fútbol ni fu ni fa, ya lo sé....

A ti mocita, esto del fútbol ni fu ni fa, ya lo sé. Lo tuyo es más bien lo trágico dentro de lo cotidiano y más a nivel humano, pero es que, aunque te parezca mentira, el que los muchachos que entrena ese señor canoso al que han puesto de mote “El Sabio”; hayan llegado hasta la final casi casi bordando el juego, es una verdadera tragedia para muchos españoles iluminados, pues, dicen como mínimo en dos idiomas, “que para que ganen estos...” prefieren que ganen los extranjeros, será por eso que ponen cara de palo cada vez que los seleccionados escalan un puesto.
Hay ciudades dentro de las Españas, cuyos alcaldes se niegan a instalar pantallas grandes en las plazas o en las playas, alegando, que si ganan, después puede haber altercados y que no las ponen para evitarlo. Curioso alegato, que no esgrimen cuando es el equipo de su ciudad el que juega con otro de otra nación, y es más, a los hinchas, becerretes o energúmenos visitantes que no caben en el campo porque llegaron sin entradas, mas que nada con la intención de emborracharse y armar jaleo, le habilitan un recinto amplio y bien dotado de todos los servicios muncipales, bocatas y bebistrajos a precio de coste, profusión de guardias y seguratas para que nadie les incomode y sin reparar en gastos, que paga el contribuyente, ambulancias medicalizadas por si a alguien le da un patatús por la emoción o el alcohol consumido sin medida y tan barato, y, sobre todo, una de esas enormes pantallas con tecnología puntera, para que no pierdan detalle.
Hoy, tanto si los del de Hortaleza ganan, como si no, van a tener que ponerse tapones en sus peludos apéndices auriculares hechos igual que su cara con cemento armado, como se los pusieron el día de los rusos, porque van a oír la palabra España con eñe en miles de gargantas a la vez, y pronunciada en cien lenguas diferentes.
La otra cara de la moneda que estos acontecimientos deja ver con total claridad, es la clase de pendejos que eligió “El Contribuyente”, ese al que le dedican sonrisas cómplices y apretones de manos cuando medio le mendigan el favor de su voto.
Les llamé más arriba españoles, mayormente por hacerles un favor, porque, ¿qué sería de esta buena gentuza si viviesen en otra nación?
Salud.