ALMENDRAL: EL TRABAJO SUCIO...

EL TRABAJO SUCIO

Ahora, ese trabajo sucio se lo está haciendo un jefe de gobierno socialista. Es la receta perfecta para un suicidio político, y Zapatero lo sabe. Cuando anunció sus medidas, añadió: “Las llevaré a cabo, me cueste lo que me cueste”. Era evidente su convicción de que él mismo pagará las consecuencias políticas en las próximas elecciones.

Por un breve momento en el verano del 2010 pareció que aún quedaba un resquicio para el optimismo. Aunque suene a una frivolidad, lo voy a recordar: cuando España ganó el campeonato mundial de futbol en África del Sur, surgió una oleada de unidad nacional que proyectaba al mundo exterior una confianza capaz de superar cualquier reto. Pero era un espejismo.