ALMENDRAL: Se habla,...

Se habla,
se dice,
se rumorea,
se comenta,
que:
Aterrizó en Lalmendral
un espectro del pasado,
Viriato.
Héroe de la Lusitania
y flagelo de romanos.
Vino con su cruz templaria,
que tiene brazos iguales ensanchados por los lados.
Llegó, cómo no, desde Sierra Estrella,
al otro lado de la Raya y,
tras abrevar en la fuente de aquello que antes fue parque,
en menos que se signa y persigna una marquesa con espasmos,
dijo:
... algunos tienen miedo a la derecha.... ¿EEhhh?
…. porque será …. ¿Eeehh?
Y tras esto echó a correr y se evaporó pero sin dejar ni rastro ni por aquí ni en los madriles. (Lo de ni rastro es un decir como tu comprenderás, mocita de mis entrañas).

Que no que no, que esa forma de proceder no es la de mi Viriato, nuestro viejo Viriato de la guerrera Lusitania. Aquél al que traicionaron unos primitos hermanos suyos y a los que agradeció el Cónsul sus “favores” con la frase: “Roma no paga traidores”
Que esas maneras, signos, señas y colores, son más propios de otros “viriatos”, otras sales y si quieres, salazones.
Salud.