UNA MIAJA DE HISTORIA (COPIADO EN LA RED)
Ignoro el nombre del autor (de momento)
El castillo árabe de Monsalud
No creo que, de momento, puedan fijarse con certeza histórica las fechas de
construcción y de la ulterior destrucción del castillo de Monsalud. Lo que pueda quedar de él en un lugar tan sobresaliente no debe de pertenecer a un momento histórico concreto, pues, dado su emplazamiento, hubo de ostentar un valor especialmente duradero, no sólo como núcleo local de resistencia en ocasiones de revueltas y convulsiones, sino también como atalaya señera, desde donde poder vigilar con más facilidad la dilatada región que se extiende en la lejanía y su red importante de caminos.
Lo que hoy pueda verse de los restos de la construcción no será más que una parte exigua del verdadero conjunto, que se extendería por lo alto y a lo largo de la cima. No lejos del emplazamiento de estos restos de la fortaleza árabe y para las necesidades de los ocupantes, hay todavía una abundosa fuente de finas y fresquísimas aguas, que los naturales siempre hemos llamado “la Mina”.
Hemos visto estos territorios nogaleños convertidos en palenque y escenario de las correrías del incansable emeritense Ibn Marwán y de sus huestes guerreras.
En el siglo XII, concretamente en el año 1111, Abu Bakr, qaid de Sevilla, ataca toda esta zona, especialmente la de Badajoz, con un poderoso ejército.
Al fin, en torno a la pascua de Pentecostés -22 ó 23 de mayo- del año 1230, la vieja capital del reino de los aftásidas y todas las tierras de los entornos fueron reconquistadas por Alfonso IX de León
Ignoro el nombre del autor (de momento)
El castillo árabe de Monsalud
No creo que, de momento, puedan fijarse con certeza histórica las fechas de
construcción y de la ulterior destrucción del castillo de Monsalud. Lo que pueda quedar de él en un lugar tan sobresaliente no debe de pertenecer a un momento histórico concreto, pues, dado su emplazamiento, hubo de ostentar un valor especialmente duradero, no sólo como núcleo local de resistencia en ocasiones de revueltas y convulsiones, sino también como atalaya señera, desde donde poder vigilar con más facilidad la dilatada región que se extiende en la lejanía y su red importante de caminos.
Lo que hoy pueda verse de los restos de la construcción no será más que una parte exigua del verdadero conjunto, que se extendería por lo alto y a lo largo de la cima. No lejos del emplazamiento de estos restos de la fortaleza árabe y para las necesidades de los ocupantes, hay todavía una abundosa fuente de finas y fresquísimas aguas, que los naturales siempre hemos llamado “la Mina”.
Hemos visto estos territorios nogaleños convertidos en palenque y escenario de las correrías del incansable emeritense Ibn Marwán y de sus huestes guerreras.
En el siglo XII, concretamente en el año 1111, Abu Bakr, qaid de Sevilla, ataca toda esta zona, especialmente la de Badajoz, con un poderoso ejército.
Al fin, en torno a la pascua de Pentecostés -22 ó 23 de mayo- del año 1230, la vieja capital del reino de los aftásidas y todas las tierras de los entornos fueron reconquistadas por Alfonso IX de León
