VALENCIA: Trabajo en la basílica...

Trabajo en la basílica

Pasó entonces a ocuparse de la bóveda de la Basílica de la Virgen, en la que, siguiendo la moda de finales del siglo XVII, se pretendía reformar su aspecto interior.

se trataba de convertir "el cofre cerrado" que era entonces aquel templo elíptico de inspiración renacentista en un "patio abierto".

Jaime Sancho delegado del Patrimonio del Arzobispado de Valencia.

Palomino fue el encargado de poner el cielo a ese claustro (con sus balcones y columnas) que se ve hoy en el interior de la Basílica. Sus capiteles muestran todavía el negro efecto provocado por el humo de los cirios y que hacía prácticamente invisible la obra del pintor cordobés (en especial en la zona superior del altar).

No se conoce con certeza qué tiempo le llevó la cúpula, aunque Sancho considera que no debió gastar más de un año por las exigencias propias del trabajo al fresco: la última capa de enlucido se ha de aplicar la víspera de plasmar el dibujo, pues el temple ha de penetrar en la masa.

Ello implicaba también la necesidad de contar con un gran equipo de albañiles y artistas auxiliares. Primero se tuvo que construir la fina bóveda interior (de dos ladrillos de grosor), que ocultó la linterna renacentista. Después, hubo de prepararse la capa de enlucido, al tiempo que en el suelo los diseños de Palomino se plasmaban sobre papel. Estas hojas, que tenían unos pequeños agujeros en los trazos del dibujo, se sobreponían sobre el mortero aún fresco y se realizaba el estarcido: se soplaba el polvo de hollín sobre el papel, de manera que quedaban unos puntos negros sobre el muro. La mano del artista era la que luego los unía para perfilar el dibujo sobre el que se extendían los colores. Estos se fabricaban de pigmentos naturales (el rojo salía de unos insectos llamados "cochinillas") y cada maestro tenía su receta.

La intensidad de los trabajos llevados a cabo hizo que Palomino buscará descansó en Vall de Uxó hacia 1703. Allí, en gratitud a los duques de Segorbe, dejó su última obra en tierras valencianas: los frescos del ábside de la parroquia del Santo Ángel.