Las Torres de Serranos se comenzaron a construir en 1392 por Pere Balaguer para defender uno de los accesos más transitados a la antigua Valencia. Las obras de construcción duraron seis años. En 1865, tras derribarse las murallas, quedaron exentas y posteriormente fueron usadas en algún período de tiempo como cárcel de nobles y caballeros. La parte trasera de las Torres fue descubierta y hoy pueden contemplarse cinco salas desde la Plaza de los Fueros. Este monumento, declarado de interés Histórico Artístico, es un magnífico exponente de la arquitectura gótica. Además, gracias a su ubicación, puede contemplarse una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad desde sus terrazas. A sus espaldas se observan las azoteas del casco histórico y las callejuelas del Barrio del Carmen, mientras que frente a las Torres se extiende el antiguo cauce del Río Turia, desviado y reconvertido en los espectaculares Jardines del Turia.