Falla Calle Bolsería, VALENCIA
Foto de Vicente MR
UNA PEQUEÑA GRAN HISTORIA
Cuenta la Historia que allá por el año 1858 en la Plaza del Tros-Alt, se planto una falla y no una hoguera de trastos viejos, que bien se podía titular “Dos Pollos y una Pollera”, una señora con miriñaque (moda que hacia furor por aquellos tiempos), un joven cortejándola, y otro escondido bajo sus faldas. El publico espectador, escandalizado de la poca vergüenza, que era una madame de rompe y rasga, prendió fuego a todos, entre 8 y 9 de la noche. El Llibret lo escribió Josep Bernat i Baldovi, que años atrás comenzó la costumbre de explicar en verso el contenido de una falla.
En 1.861, continuando la tradición se planto una nueva falla que representaba una comedia muy famosa en aquellos tiempos, titulada “Urganda la desconocida” y que daba pie al monumento titulado “URGANDA TEMBLEQUE Y CABOTADURA” era una critica a la parodia de la comedia, que con gran propaganda y gran éxito se representaba en el teatro Principal. El Llibret también de Bernat i Baldovi, siendo este el último que escribió tan popular poeta festivo.
En 1.863 se plantan “Los escandalosos cantores de Juanita la del guardapié”, que seria objeto de un merecido acto de fe.
En 1.864 se levanto una falla literaria y tenia tanta filosofía que no la entendía nadie, representaba a Don Quijote, Sancho Panza y Rocinante.
Estos fueron los inicios por aquel siglo XIX que continuaron posteriormente a lo largo de la mitad del siglo XX, donde destacaron artistas como Carlos Cortina, Rafael Raga, Francisco Canet, etc...
A partir de 1.940, y tras la guerra civil española, comienza una andadura mucho más firme y continuadora. Dato curioso para aquella época, la falla plantada en 1.947, estaba valorada en 8.000 pesetas.
En 1.957 y ya establecidos de una forma mucho más seria y definitiva, la comisión la formaron un grupo de solteros, y paso a denominarse como sobrenombre “Els Fadrins” de cuyos componentes, todavía continúan en activo varios en la actualidad.
Por aquel entonces no existía el denominado traje de “fallero”, se utilizaba un traje de chaqueta normal, y como distintivo llevaban una corbata con los colores de la Senyera, con el escudo de la comisión en la misma. Sirva como anécdota, que cuando en 1.962, se aprobó por J. C. F el llamado “traje de fallero negro”, el cual llevaba colgando del fajín las borlas del “barret de llaurador”, la comisión en señal de protesta por su no acuerdo con dicho traje, decidió no llevar las citadas borlas.
Se toma como himno o canción propia de la comisión el pasodoble “Evocación” del maestro toledano Emilio Cebrián Ruiz, pasodoble al que se le introdujo letra del momento y época, letra que actualmente se encuentra algo desfasada, pero que continua deleitando con su tarareo tan particular y pegadizo.
La primera banda en interpretarlo fue la Unión Musical “El Iris” de Pedroñeras (Cuenca), quien ha permanecido con nosotros durante más de 25 años, y de la que se guarda un especial y grato recuerdo...
Vicente Roig Marzal
UNA PEQUEÑA GRAN HISTORIA
Cuenta la Historia que allá por el año 1858 en la Plaza del Tros-Alt, se planto una falla y no una hoguera de trastos viejos, que bien se podía titular “Dos Pollos y una Pollera”, una señora con miriñaque (moda que hacia furor por aquellos tiempos), un joven cortejándola, y otro escondido bajo sus faldas. El publico espectador, escandalizado de la poca vergüenza, que era una madame de rompe y rasga, prendió fuego a todos, entre 8 y 9 de la noche. El Llibret lo escribió Josep Bernat i Baldovi, que años atrás comenzó la costumbre de explicar en verso el contenido de una falla.
En 1.861, continuando la tradición se planto una nueva falla que representaba una comedia muy famosa en aquellos tiempos, titulada “Urganda la desconocida” y que daba pie al monumento titulado “URGANDA TEMBLEQUE Y CABOTADURA” era una critica a la parodia de la comedia, que con gran propaganda y gran éxito se representaba en el teatro Principal. El Llibret también de Bernat i Baldovi, siendo este el último que escribió tan popular poeta festivo.
En 1.863 se plantan “Los escandalosos cantores de Juanita la del guardapié”, que seria objeto de un merecido acto de fe.
En 1.864 se levanto una falla literaria y tenia tanta filosofía que no la entendía nadie, representaba a Don Quijote, Sancho Panza y Rocinante.
Estos fueron los inicios por aquel siglo XIX que continuaron posteriormente a lo largo de la mitad del siglo XX, donde destacaron artistas como Carlos Cortina, Rafael Raga, Francisco Canet, etc...
A partir de 1.940, y tras la guerra civil española, comienza una andadura mucho más firme y continuadora. Dato curioso para aquella época, la falla plantada en 1.947, estaba valorada en 8.000 pesetas.
En 1.957 y ya establecidos de una forma mucho más seria y definitiva, la comisión la formaron un grupo de solteros, y paso a denominarse como sobrenombre “Els Fadrins” de cuyos componentes, todavía continúan en activo varios en la actualidad.
Por aquel entonces no existía el denominado traje de “fallero”, se utilizaba un traje de chaqueta normal, y como distintivo llevaban una corbata con los colores de la Senyera, con el escudo de la comisión en la misma. Sirva como anécdota, que cuando en 1.962, se aprobó por J. C. F el llamado “traje de fallero negro”, el cual llevaba colgando del fajín las borlas del “barret de llaurador”, la comisión en señal de protesta por su no acuerdo con dicho traje, decidió no llevar las citadas borlas.
Se toma como himno o canción propia de la comisión el pasodoble “Evocación” del maestro toledano Emilio Cebrián Ruiz, pasodoble al que se le introdujo letra del momento y época, letra que actualmente se encuentra algo desfasada, pero que continua deleitando con su tarareo tan particular y pegadizo.
La primera banda en interpretarlo fue la Unión Musical “El Iris” de Pedroñeras (Cuenca), quien ha permanecido con nosotros durante más de 25 años, y de la que se guarda un especial y grato recuerdo...
Vicente Roig Marzal
(18 de Marzo de 2023)
