ATARAZANAS DEL GRAO
El incremento de la actividad del
puerto de
Valencia puso de manifiesto la necesidad de trasladar las atarazanas, hasta entonces en una zona cercana a la
calle Barcas, hasta el Grao. Así, los pescadores dispusieron de un
edificio apto para reparar y construir naves y almacenar aparejos de las mismas. Actualmente, el conjunto está formado por cinco naves de planta rectangular y dispuestas de forma paralela. En la parte superior se encuentran ocho gárgolas góticas con el
escudo de la ciudad. Las
fachadas de algunas de las naves son de estilo modernista con
miradores y pináculos decorativos. También se utilizan sus instalaciones como sede de
exposiciones temporales.
LAS ATARAZANAS
Año Construcción:
s. XIV
Situación:
Pza. Juan Antonio Benlliure
Intervenciones:
Manuel Portaceli Roig
El Consell de la Ciutat acuerda en 1338 su construcción, finalizándose en 1391. Construcción
gótica de cinco naves de
arcos diafragma de ladrillo sobre pilares rectangulares de mampostería con la tradicional cubierta de madera a dos
aguas, cuyos extremos debían estar abiertos para permitir la entrada y salida de
barcos. Cada nave, de unos 50 m. de longitud y 13’20 de anchura media, la forman 8 crujías. Originariamente, el complejo se completaba con diversos
patios abiertos con balsas para amerar la madera y tinajas para almacenaje. Al privatizarse en 1840 son separadas las naves, macizando los vanos entre los arcos trasversales y sufriendo diversas modificaciones. Se instalan almacenes, oficinas, talleres, hasta una sala de
cine, sufriendo graves alteraciones que incluso llevaron a la demolición de dos de sus arcos. Tras el proceso de expropiación iniciado en 1980 pasa otra vez a ser de propiedad municipal, momento en que se acomete el proyecto para la recuperación de un edificio en un estado bastante adulterado a pesar de estar declarado
Monumento desde el año 1949. En la rehabilitación del edificio se buscó recuperar, desde una visión actual, su memoria histórica: el espacio
gótico primitivo. Se finalizó en 1993, adecuando el edificio como sala de exposiciones.
Se rehicieron los arcos destruidos empleando las mismas técnicas tradicionales de los existentes: arcos de ladrillo, cimbras y relleno de hormigón ciclópeo. El cerramiento establece la continuidad con un porche (basado en el proyecto de 1409, encargo del Consell al cantero valenciano Francesc de Tona, porche que no llegó a constatarse que llegara a ser construido). Hoy en día ha perdido la comunicación natural que tenía con el
mar debido a las altas construcciones delanteras, quedando todavía pendiente una recuperación espacial de parte de su entorno.
(Texto extraido de la "Guia de
Arquitectura de Valencia" CTAV 2010)