OLIVA: Míranos, ¡oh, Milagrosa!...

Míranos, ¡oh, Milagrosa!

Míranos, Madre de amor.

Míranos, que tu mirada

nos dará la salvación.

Son tus ojos los luceros

que en la noche del dolor,

dan aliento y esperanza

al humano corazón.

De tus manos extendidas

brotan rayos de fulgor:

son las gracias escogidas

que a tus hijos da el Señor.

¡Milagrosa! la plegaria

que a ti sube en un cantar,

a nos, vuelva transformada

en celeste bendición.

Te coronan las estrellas

con un nimbo de esplendor:

eres Reina de belleza,

de bondad y de perdón.