Este es el momento de mayor prosperidad económica, como muestran los
monumentos que han llegado hasta la actualidad. A partir del siglo XVI se abre un periodo de tranquilidad, solo interrumpido por las guerras en que se verá envuelta esta zona de
España. En 1833 pasó de depender del Reino de
Murcia al Reino de
Valencia, debido a la división provincial de 1833, que integró la ciudad en la provincia de
Alicante.