El 18 de febrero de 1337, el Infante de
Aragón concede al Concejo de
Elche permiso para edificar “una
torre” en la Isla de
Santa Pola (o Isla Plana), que pertenecía a su término, para guardia de su
puerto y de los navegantes. Posteriormente, Elche y Crevillente fueron a manos de Juan (hijo de Alfonso IV, el Benigno y Leonor de Castilla) y desde el 8 de agosto de 1358 por el infante Martín, segundo hijo de Pedro IV de Aragón.