Como represalia, los musulmanes fueron expulsados de la ciudad y se vieron obligados a edificar una nueva población en las cercanías de la Vila Murada, conocida actualmente como el Raval de
San Juan. En 1296 Jaime II de
Aragón atacó los territorios castellanos situados en la mitad sur de la provincia de
Alicante, violando el Tratado de Almizra y conquistó, entre otros lugares, la ciudad de
Elche.